(Actualiza con más detalles la noticia EC3277)
Madrid, 8 ene (EFECOM).- La aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair ha empezado a enviar las cartas de despido a los pilotos y tripulantes de cabina de las bases de Tenerife, Lanzarote y Gran Canaria, han indicado fuentes del sindicato USO.
Ryanair ha cerrado hoy definitivamente sus tres bases canarias, aunque los representantes de los trabajadores no se ponen de acuerdo sobre el número de afectados.
El sindicato de pilotos Sepla cifra en 204 los despedidos -70 pilotos y 134 tripulantes de cabina de pasajeros (TCP)- ya que, según sus datos, veinte empleados han sido recolocados en otras bases de Ryanair.
Sin embargo, USO calcula que en las bases canarias de la aerolínea irlandesa trabajan 335 personas y que solo trece tripulantes de cabina han sido recolocados (tres en Tenerife, otros tres en Lanzarote, y siete en Gran Canaria).
Según este sindicato, en la base de Gerona, doce tripulantes de cabina han entrado en el despido colectivo y tres han sido recolocados.
USO asegura que algunos trabajadores han recibido ingresos en cuenta con cantidades que no se corresponden con los finiquitos ni con las indemnizaciones que debían haber percibido.
El secretario de Organización de USO-Ryanair, Jairo Gonzalo, ha explicado, en un comunicado, que los servicios jurídicos del sindicato están analizando esos casos.
El Sepla ha calificado el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de "fraudulento" y ha recalcado que la negociación del despido colectivo presentado en septiembre, que se saldó sin acuerdo entre las partes, "ha estado salpicada de irregularidades desde el principio".
Según el sindicato, la compañía "no aportó a la representación de los trabajadores la documentación básica necesaria para acreditar" el despido reseñado.
Los sindicatos Sepla, USO y Sitcpla, que representan a los pilotos y a los TCP, presentaron en diciembre ante la Audiencia Nacional una demanda impugnando el despido.
Ryanair decidió cerrar las bases de Tenerife, Lanzarote, Gran Canaria y Gerona por el retraso en las entregas de los Boeing 737-MAX, la ineficiencia de las tres bases insulares, el elevado coste de operaciones y la incertidumbre ante el "brexit".