La apuesta climática del Gobierno eleva a Ribera a una vicepresidencia
Miguel Ángel Mondelo
Madrid, 9 ene (EFECOM).- Teresa Ribera, que repite como ministra para la Transición Ecológica y asciende a vicepresidenta, se ha convertido en una de las caras más reconocibles del Gobierno gracias al compromiso del Ejecutivo en la lucha contra el cambio climático, una apuesta que ha tenido como escaparate más relevante la Cumbre del Clima celebrada en Madrid.
Durante su primer mandato, Ribera -que añadirá a sus competencias el reto demográfico- ha puesto su empeño en sacar adelante el llamado paquete normativo de energía y clima, del que forman parte la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, cuya tramitación no pudo culminar por la disolución de las Cortes; el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), cuyo borrador envió a Bruselas; y la Estrategia de Transición Justa.
En el ámbito energético, la ministra ha conseguido un acuerdo con las compañías eléctricas para cerrar de forma ordenada el parque nuclear, ha diseñado un plan para hacer frente a los efectos negativos del cierre de las plantas de carbón y ha eliminado el llamado "impuesto al sol".
También ha logrado que se aprobara, en la Diputación Permanente del Congreso, la norma que fija la rentabilidad de las instalaciones renovables para el periodo 2020-2025 -que incluye una propuesta para atajar las reclamaciones de los inversores internacionales- y que el Consejo de Ministros acordara el sellado definitivo del almacén de gas Castor.
Además, ha traspasado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) la facultad de fijar la retribución de los sectores eléctrico y gasista.
Su gestión no ha estado exenta de polémica, ya que los sectores implicados criticaron algunas de sus declaraciones sobre el futuro del carbón y de los vehículos diesel.
Si el sector energético se mantiene entre sus competencias, la nueva vicepresidenta tendrá como tareas la reforma del sistema eléctrico y del mercado mayorista, la modificación de la factura de la luz, el diseño de un nuevo bono social, que incluya también el gas, y la fijación de las normas que regirán las futuras subastas de nueva capacidad renovable.
Administradora civil del Estado, Ribera nació en Madrid el 19 de mayo de 1969 y se licenció en Derecho por la Universidad Complutense.
Aunque fue profesora asociada del Departamento de Derecho Público y Filosofía del Derecho de la Universidad Complutense, su tarea profesional la llevó pronto al ámbito medioambiental.
Fue consejera técnica en el gabinete del subsecretario de Medio Ambiente y en 2001, tras la creación de la Oficina Española del Cambio Climático (OECC), se convirtió en responsable de Área de Cumplimiento y Desarrollo de ese organismo.
En noviembre de 2006 fue designada directora general de la OECC y dos años después pasó a ser secretaria de Estado de Cambio Climático dentro del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino creado por José Luis Rodríguez Zapatero.
En septiembre de 2012 fue nombrada directora general de Desarrollo Estratégico y Nuevos Mercados Internacionales de la empresa de paneles solares Isofotón, de donde pasó, en julio de 2014, a la dirección del instituto francés para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales (IDDRI).
Ribera formó parte del grupo de expertos creado por Pedro Sánchez para elaborar el programa electoral con el que concurrió a las elecciones de diciembre de 2015, y en 2017 encabezó el Consejo Asesor para la Transición Ecológica de la Economía que puso en marcha el PSOE.
En junio de 2018, tras el triunfo de la moción de censura de Pedro Sánchez, Ribera fue nombrada ministra para la Transición Ecológica, departamento que asumió las competencias de energía.
Ribera lideró, en diciembre de 2015, las negociaciones de la Cumbre del Clima de París (COP21), en la que se firmó el acuerdo global de lucha contra el cambio climático.