Alfonso Fernández
Washington, 14 ene (EFECOM).- El índice de precios al consumo (IPC) subió dos décimas en diciembre en Estados Unidos, espoleado por los costes de la gasolina y los servicios sanitarios, mientras la inflación interanual aumentó al 2,3 %, informó este martes el Gobierno.
Se trata del registro interanual más alto desde octubre de 2018.
La cifra confirma la tendencia alcista de los precios frente al 1,8 % con la que cerró 2018.
La inflación subyacente, que excluye los precios de la energía y alimentos debido a su volatilidad, ascendió un 0,1 % el mes pasado, y cerró el año también en el 2,3%.
El incremento de los precios en diciembre vino por el repunte en el coste de la gasolina, que aumentó un 2,8 % en el pasado mes, así como de la sanidad, que subió un 0,6%.
Con la subida registrada en diciembre, la tasa interanual vuelve a superar el 2 % marcado como meta por la Reserva Federal (Fed) de EE.UU.
El dato de inflación se conoce dos semanas antes de que la Fed celebre su primera reunión del año, en la discutirá qué hacer con los tipos de interés de referencia, actualmente ubicados entre 1,5 y el 1,75 %, que tendrá lugar el 28 y 29 de enero.
En este contexto, se prevé que el banco central estadounidense mantenga sin cambios el precio del dinero.
"Con la tasa de crecimiento de la inflación subyacente estable a un nivel relativamente bajo, la Fed no es probable que haga un movimiento al alza en el corto plazo", dijo Ben Ayers, economista jefe de la aseguradora Nationwide, en un comunicado.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha criticado de manera reiterada al banco central y ha insistido en que debe rebajar el precio del dinero "a cero o menos" para contribuir a la expansión económica.
La economía de Estados Unidos avanzó a un ritmo anual del 2,1 % en el tercer trimestre de 2019, según el tercer y definitivo cálculo de la evolución del producto interior bruto (PIB) en ese periodo.
El mercado laboral, por su lado, continúa mostrando buena salud, y cerró 2019 con una tasa de desempleo del 3,5%, en niveles mínimos de los últimos cincuenta años.
Este miércoles Trump y el viceprimer ministro chino, Liu He, jefe del equipo negociador de China durante el pleito comercial, tienen previsto firmar el inicio del proceso para resolver sus diferencias.
Tras casi 18 meses de guerra comercial y la consiguiente escalada de aranceles, Trump anunció a mediados de diciembre el cierre de la primera fase de un pacto con China.
El acuerdo implica, no obstante, que se mantienen aranceles estadounidenses del 25 % a importaciones chinas valoradas en 250.000 millones de dólares, junto con unos gravámenes reducidos del 7,5 % a importaciones adicionales valoradas en aproximadamente 120.000 millones de dólares.
Las negociaciones entre ambas partes han sufrido varios sobresaltos, con informaciones contradictorias y críticas veladas, desde que en octubre se anunció un principio de acuerdo.
Las tensiones comerciales entre las dos mayorías economías mundiales, que comenzaron el año pasado, han tenido profundas consecuencias.
En sus últimas previsiones de crecimiento mundial, publicadas en octubre, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajaba sus proyecciones de expansión al 3 % para 2019, dos décimas menos que en julio, lastradas por las dudas que ha generado esta disputa.