Las empresas públicas de China obtuvieron en 2019 unos beneficios netos un 10,8 % superiores a los registrados un año atrás, según datos publicados hoy por las autoridades chinas.
Este resultado implica que las compañías estatales superaron el objetivo de aumento de beneficios marcado por Pekín, que era de entre un 7 y un 9 por ciento, reveló Peng Huagang, secretario general y portavoz de la Comisión para la Supervisión y Administración de los Activos Estatales del Consejo de Estado (el Ejecutivo chino).
Las ganancias de estas firmas se situaron en 1,3 billones de yuanes (188.775 millones de dólares, 169.450 millones de euros), mientras que su facturación se elevó un 5,6 % hasta 30,8 billones de yuanes (4,47 billones de dólares, 4,01 billones de euros).
Asimismo, las cifras oficiales muestran que la ratio de deuda (obtenida al dividir los pasivos entre los activos) se contrajo en 0,6 puntos hasta el 65,1 %.
La reforma de las compañías estatales es uno de los temas estrella en la política económica interna de Pekín, y artículos publicados hoy por la prensa local inciden en que en 2020 las compañías públicas deberán promover la propiedad mixta y asegurar que su índice de rentabilidad sea, como mínimo, igual a la media del mercado.
Con estos cambios, las autoridades buscan mejorar la competitividad del sector público al tiempo que se reducen los riesgos financieros en un contexto de desaceleración de la economía china.