Grecia consiguió sus objetivos fiscales en 2019, a pesar de la reducción de impuestos que el Gobierno del conservador Kyriakos Mitsotakis introdujo tras su victoria en las elecciones de julio, gracias a, por lo demás, una gestión austera, según los datos provisionales publicados este miércoles por el Ministerio de Finanzas.
Los ingresos del Estado no se vieron muy perjudicados a pesar de que se dejaron de obtener 575 millones de euros por la reducción del impuesto unificado sobre los bienes inmuebles (ENFIA). Así, el Estado ingresó 55.019 millones de euros, sólo siete millones menos de lo presupuestado.
El superávit primario, que excluye el pago de la deuda y se tiene en cuenta en las negociaciones con los acreedores del país, alcanzó los 4.960 millones de euros, 559 millones más de lo presupuestado.
En 2018 el superávit primario fue de 3.237 millones de euros.
El déficit ascendió a 225 millones de euros, 614 millones menos de lo previsto.
Los gastos totales del Estado sumaron 55.244 millones de euros, 620 millones menos que los 55.865 previstos.
El gasto en inversiones públicas alcanzó en 2019 los 5.642 millones de euros, 508 menos de lo previsto en los Presupuestos del Estado.