Fráncfort (Alemania), 16 ene (EFECOM).- El Banco Central Europeo (BCE) va a revisar su estrategia de política monetaria a comienzos de 2020 y considera "recomendable" abstenerse de "discusiones públicas" antes de comenzar a hacerlo, según se desprende de las actas de su reunión de diciembre.
En las actas el BCE confirma que, aunque los datos económicos disponibles siguen siendo débiles, señalan "cierta estabilización de la economía de la zona del euro", y que se mantienen los riesgos a la baja para el crecimiento, pero estos riesgos se han vuelto "algo menos pronunciados".
El Consejo de Gobierno considera que es necesario más tiempo para ver todos los efectos de las medidas de expansión monetaria que aprobó en septiembre, pero observa que ya han sido efectivas y han llegado a la economía.
Asimismo, señala el BCE que va a ser necesaria una política monetaria muy expansiva durante un periodo de tiempo prolongado.
El Consejo de Gobierno también cree que es necesario analizar y observar los efectos secundarios de las medidas de su política monetaria.
El BCE reitera que otros legisladores deben contribuir "más decisivamente" al crecimiento de la zona del euro y a aliviar las incertidumbres relacionadas con el comercio y las tensiones geopolíticas.
La entidad también discutió en su reunión de diciembre la necesidad de comprender "las consecuencias económicas del cambio climático".
Aunque algunas políticas para mitigar el impacto del cambio climático podrían tener un impacto en el crecimiento y la inflación los próximos años, el BCE enfatiza que se deberían analizar cuidadosamente sus implicaciones para sus proyecciones de crecimiento e inflación.
En la reunión de comienzos de diciembre, los miembros del Consejo de Gobierno consideraron que la respuesta al cambio climático podría llevar a "una inversión significativamente más elevada", pero que el impacto en los precios del petróleo y de la energía era incierto.
EL BCE decidió en diciembre seguir prestando a los bancos al 0 % en las operaciones semanales de refinanciación y cobrarles un 0,50 % por el exceso de reservas.
La entidad monetaria europea también va a seguir comprando deuda pública y privada de la zona del euro a un ritmo mensual de 20.000 millones de euros hasta poco antes de que comience a subir los tipos de interés.
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