Washington, 15 ene (EFECOM).- El Senado de EE.UU. tiene previsto votar este jueves para aprobar el nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, conocido como T-MEC (USMCA en inglés), que luego será enviado a la mesa del presidente Donald Trump para completar el proceso de ratificación en este país.
"Nuestra expectativa es que el Senado finalice mañana (la aprobación del) T-MEC y envíe ese proyecto tan importante al presidente", dijo este miércoles el líder de la Cámara Alta, el republicano Mitch McConnell, en un discurso en el pleno del hemiciclo.
Después de meses de negociaciones y retrasos, la Cámara Baja de EE.UU. ya dio su visto bueno al T-MEC en diciembre, por lo que la aprobación del Senado -donde se espera que salga adelante sin problemas- es el último obstáculo que queda para su ratificación.
Una vez que eso ocurra y Trump lo firme, Estados Unidos se sumará a México, que ya ratificó el tratado en junio de 2019, y solo quedará pendiente la aprobación en Canadá para que el pacto pueda entrar en vigor.
"Todos los ojos estarán puestos en Canadá para que haga rápidamente su trabajo", enfatizó este miércoles el senador republicano Chuck Grassley, durante el debate sobre el T-MEC en el Senado, que empezó este miércoles por la tarde.
Canadá decidió aplazar su votación sobre el T-MEC a que el acuerdo se aprobara en Estados Unidos, pero se espera que la Cámara de los Comunes del Parlamento vote sobre el pacto cuando retome sus tareas a finales de enero.
En el caso del Senado estadounidense, está previsto que la votación se produzca a partir de las 11:00 (16:00 GMT) de este jueves, una hora antes de que la Cámara Alta reciba formalmente los cargos para el juicio político a Trump.
El T-MEC es fruto de un proceso de renegociación impulsado por Trump para actualizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en vigor desde 1994.
Los tres países firmantes del TLCAN rubricaron el T-MEC en noviembre de 2018, pero el proceso de ratificación se alargó más de un año en Estados Unidos debido a las dudas de los demócratas y las asociaciones sindicales sobre las garantías de aplicación de los estándares medioambientales y laborales.
En diciembre pasado, Trump acordó con la oposición una nueva versión del T-MEC que la líder demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, definió como "una victoria para los trabajadores estadounidenses".