El grupo francés PSA vendió el pasado año 3.488.930 vehículos en todo el mundo, una caída del 10 % respecto a 2018, que se explica sobre todo por su descalabro en China, por su salida de Irán debido a las sanciones de EEUU y por el retroceso del mercado en países clave de Latinoamérica como son Argentina y Chile.
PSA retrocedió también en Europa, pero de forma mucho más limitada, un 2,5 %, en un mercado europeo que, por su parte, progresó un 1,3 %, y con sus 3.029.563 automóviles mantuvo allí su posición de "número dos" por detrás de Volkswagen con una cuota de mercado del 16,8 %, precisó el fabricante francés este jueves en un comunicado.
En el Viejo Continente, las ventas subieron en algunos de sus principales mercados, como Italia (cinco décimas suplementarias de cuota de mercado) y España (dos décimas), se mantuvo estable en Francia y Reino Unido, y retrocedió en Alemania (seis décimas).
El descenso en Europa de Peugeot (un 2,7 %, hasta 1.198.579 vehículos) y de Opel Vauxhall (un 6,4 %, hasta 940.020) se vio solo en parte compensado con el ascenso de Citroen (1,2 % y 834.571) y en particular de DS (22,6 %, a 56.393 unidades).
En China y el sureste asiático, PSA sufrió un bajón del 55,4 %, hasta 117.084 automóviles, que afectó a todas sus marcas.
El grupo francés recordó que en septiembre su filial china DPCA presentó un plan estratégico con un horizonte de seis años que pretende vender vehículos de forma rentable, bajar su "punto muerto", es decir, rebajar el umbral de costos a partir del cual la empresa puede funcionar, y aumentar progresivamente los volúmenes de Peugeot y Citroen. De momento, este año va a lanzar en el país asiático cinco modelos eléctricos o híbridos.
El abandono del mercado iraní desde mayo de 2018 por las sanciones de Estados Unidos tuvieron un fuerte impacto para PSA en las ventas en la región de África y Oriente Medio, con un retroceso del 43,7 % y 164.266 unidades.
La empresa destacó los incrementos de cuota de mercado en Turquía (2,1 puntos porcentuales), Egipto (6,1 puntos) y Marruecos (2,1 puntos), donde desde mediados de septiembre comenzó la producción en la nueva factoría de Kenitra, cuya capacidad está en proceso de duplicarse para alcanzar un ritmo de 200.000 vehículos anuales desde mediados de este año.
En Latinoamérica, las matriculaciones de PSA descendieron en conjunto un 22,5 %, hasta 135.739 unidades, algo que la compañía vinculó al hundimiento por la coyuntura económica y política de dos mercados fundamentales: Argentina (-43 %) y Chile (-11 %).
Eso no pudo ser compensado con el incremento del constructor en los dos gigantes de la región, México (13 %) y Brasil (2 %), así como en otros países más pequeños como Colombia, Cuba, Ecuador y Uruguay.
Las únicas regiones en las que PSA tuvo una evolución positiva de las ventas fueron India y el Pacífico, con un alza del 0,6 %, hasta 26.639 vehículos, y Eurasia, con una progresión del 2,3 %, a 15.639.