París, 17 ene (EFECOM).- El secretario general de la Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT), Laurent Berger, denunció este viernes en su cuenta de Twitter que "varias decenas de individuos se introdujeron violentamente" en el edificio del que es el primer sindicato del país y "agredieron verbal y físicamente" a algunos empleados.
Fuentes de esa central reformista insistieron en el carácter violento, en los insultos recibidos por sus trabajadores y en que uno de ellos fue agredido y terminó en el suelo.
La CFDT, conocida por su disposición favorable a un sistema de pensiones universal por puntos como el que pretende instaurar el Gobierno del presidente Emmanuel Macron, avanzó que probablemente formalizará una denuncia contra los autores de esa acción, que se produjo a primera hora de la tarde en la sede parisina de la central. .
La versión de la CFDT no coincide exactamente con las imágenes divulgadas por televisión, en las que se podía ver a unas decenas de personas, entre los que había algún miembro del sindicato Sud, que se colaron en la sede por una puerta reservada al personal, se introdujeron en la recepción en la planta baja y corearon cánticos habituales de los "chalecos amarillos".
La Confederación General del Trabajo (CGT), que encabeza las protestas y las huelgas contra la reforma y exige la retirada del proyecto, se disoció claramente en un comunicado de toda responsabilidad en ese incidente, al que negó cualquier apoyo.
"Cualquiera que sean los desacuerdos posibles entre organizaciones sindicales, la CGT no apoya este tipo de acción. Cada organización sindical es libre en su funcionamiento, su orientación y sus reivindicaciones", señaló para cortar con la polémica.
La CFDT consiguió una victoria simbólica el pasado sábado, cuando el primer ministro, Édouard Philippe, cedió en el que era su principal reparo a la reforma al retirar de su proyecto la llamada edad de equilibrio de 64 años, que hubiera significado aumentar la edad de jubilación en la práctica respecto a los 62 años de la edad legal.
La CGT y otras centrales que han llevado el peso de la presión contra el Gobierno con los paros recibieron mal el gesto del ejecutivo galo hacia la CFDT.
El secretario de Estado de Transportes, Jean-Baptiste Djebbari, ha calificado de "inaceptables" los incidentes contra la sede de la CFDT.