El grupo de telecomunicaciones sueco Ericsson presentó este viernes un beneficio neto de 1.800 millones de coronas (171 millones de euros) en 2019, después de dos años consecutivos con pérdidas.
El beneficio registrado en el resultado anual, por debajo de las expectativas de los analistas, estuvo impulsado por un aumento del margen de ganancias en sus principales divisiones (Redes, Servicios Digitales y Servicios Gestionados) y la subida en las ventas.
Ericsson, que en 2018 había perdido 6.300 millones netos (598 millones de euros), acusó la reserva de una partida de 11.500 millones de coronas suecas (1.062 millones de euros), anunciada ya en octubre, para cubrir una sanción económica de las autoridades de Estados Unidos en un caso de corrupción.
El beneficio operativo anual pasó de 1.200 millones a 10.600 millones (de 114 a 1.006 millones de euros).
Las ventas netas aumentaron un 8 % interanual hasta 227.200 millones (21.554 millones de euros).
El consejo de administración propondrá unos dividendos anuales de 1,50 (0,14 euros) por título, un 50 % más que en 2019, en la próxima asamblea general de accionistas.
"Nuestro resultado en 2019 nos pone en camino de lograr nuestros objetivos para 2020 y 2022. Nuestra estrategia concentrada en más inversiones en investigación y desarrollo combinada con eficiencia operativa está dando sus frutos", señaló en el balance el presidente y consejero delegado, Börje Ekholm.
Ekholm destacó que la firma sueca ha recuperado su liderazgo tecnológico y presencia en varios mercados, además de mejorar su resultado financiero, y que es líder en 5G con 78 acuerdos comerciales en cuatro continentes.
En el cuarto trimestre, Ericsson ganó 4.500 millones de coronas suecas (427 millones de euros) netos, frente a una pérdida de 6.500 millones (617 millones de euros) un año atrás.
El resultado operativo pasó de una pérdida de 1.900 millones (180 millones de euros) a un beneficio de 6.100 millones (579 millones de euros).