Londres, 27 ene (EFECOM).- El barril del crudo Brent bajaba este lunes un 2 % debido a los temores de una caída en la demanda de crudo a causa del brote de coronavirus en China, que ha causado ya 80 muertos y más de 2.700 infectados en ese país.
El crudo Brent, de referencia en Europa, cotizaba a las 10.00 horas de este lunes en el International Exchange Futures a 59,1 dólares, y perdía el nivel de los 60 dólares, algo que no ocurría desde octubre de 2019.
El descenso del oro negro coincidió con la afirmación de las autoridades chinas de que la extensión del coronavirus que causa neumonía puede acelerarse, lo que hace temer por su impacto en la economía global, de acuerdo con los expertos.
Ante el temor de un descenso de la demanda, el ministro de Energía de Arabia Saudí, príncipe Abdulaziz bin Salman Al-Saud, ha afirmado a los medios que esta caída se debe principalmente a "factores psicológicos" y agregó que el ambiente "pesimista" ocurrió también en 2003 durante el brote del SARS, pero que finalmente "no causó una significativa reducción" en la demanda de petróleo.
Algunos comentaristas señalan que el coronavirus puede tener un impacto en el transporte aéreo debido a la cancelación de viajes por parte de miles de personas cuyo destino era China.
Además del petróleo, el índice general FTSE-100 de la Bolsa de Valores de Londres caía esta mañana 109,42 puntos, el 1,44 %, y se situaba en los 7.476,56 enteros.
Las acciones del grupo aéreo IAG -British Airways, Iberia, Aer Lingus, Level y Vueling- perdían un 4,35 % en el parqué londinense hasta situarse en 594 peniques (700 céntimos).
De acuerdo con los expertos, muchos inversores optarán por refugios seguros como el oro, que este lunes subía en torno a un 0,5 % hasta 1,578 dólares la onza.
Además, la caída del petróleo se produjo a pesar de las informaciones que indican que la embajada de Estados Unidos en Irak ha sufrido un ataque con cohete durante el fin de semana.
En el Reino Unido, las autoridades sanitarias británicas y agentes de inmigración han unido fuerzas para localizar a unas 2.000 personas que llegaron al Reino Unido de Wuhan, la ciudad china donde empezó el brote del nuevo coronavirus.