Madrid, 29 ene (EFECOM).- La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, se ha mostrado este miércoles encantada de su visita a Groenlandia y el reportaje emitido al respecto en televisión y ha asegurado que, entre los espectadores, ahora hay más gente dispuesta a ser cliente de la entidad.
La banquera ha justificado su participación en el programa del aventurero Jesús Calleja porque los clientes de la entidad tienen que entender cómo es el banco y cómo hace las cosas, en alusión a su mantra de que sea "sencillo, personal y justo".
No obstante, ha reconocido que durante el reportaje contestó a algunas otras preguntas y contó cosas que no pensaba contar, sin aclarar si se refería a la relación con su padre, Emilio Botín, como máximo responsable de la entidad hasta su muerte en 2014.
El segundo objetivo de su participación en el programa, ha explicado durante la rueda de prensa de resultados, también era "importante" pues se trataba de tomar conciencia de las consecuencias del cambio climático.
Ana Botín ha insistido en que es uno de los riesgos globales y de él, además de la necesidad de fomentar una economía verde, se ha hablado mucho en el Foro de Davos, el cónclave que reúne en la localidad suiza a dirigentes de todo el mundo.
Sin embargo, esa transición hacia un nuevo modelo económico no depende sólo de las empresas o de unos Gobiernos en concreto, sino que se trata de una cuestión que hay que abordar "entre todos" y hacerlo "de manera responsable".
A modo de ejemplo citó a Polonia, donde el 80 % de la energía procede del carbón, y aunque los bancos quieran dejar de financiar esa actividad no pueden hacerlo de un día para otro, ya que, como explica Botín, "el país tiene que hacer la transformación".
Preguntado por un posible interés del Banco Santander en participar en nuevas fusiones, la máxima ejecutiva del grupo ha insistido en que no están interesados, ni en España ni en el resto de Europa porque con las normas actuales es "muy difícil".
Sobre si se hace una fusión paneuropea, ha dicho que "automáticamente" todo el negocio que compra requeriría un 1 % de capital. "Así que hay que cambiar las normas", ha reclamado, para a renglón seguido aclarar que incluso si se cambiaran, no sabe si estarían interesados.