El Parlamento de Estonia ha aprobado una reforma del sistema de pensiones del país que prevé, entre otras medidas, la devolución de una sola vez a parte de la población de cuotas ya pagadas en virtud del vigente hasta ahora.
El reembolso podrá beneficiar hasta a una quinta parte de la población y la reforma, aprobada anoche por el Riigikogu (Parlamento estonio), en sesión extraordinaria, ya ha sido calificada por el primer ministro, Jüri Ratas, como una de las decisiones políticas más importantes de 2020.
La reforma prevé que la contribución a lo que se denomina como "segundo pilar" del sistema nacional de pensiones pase a ser voluntaria; los pagos al "primer pilar" del sistema de la Seguridad Social seguirán siendo obligatorios y no se podrán percibir las cantidades a las que se tenga derecho antes de cumplir la edad de jubilación.
Se estima que los primeros reembolsos de cantidades pagadas en concepto del "segundo pilar" se harán en septiembre; ese fondo cuenta con unos 4.400 millones de euros aportados por unas 747.000 personas (de una población total de 1,3 millones de estonios).
Los partidos de la coalición gobernante, especialmente el de centro-derecha Patria (que propuso los cambios), aseguran que las inversiones del fondo del "segundo pilar" no han sido eficaces y han tenido un coste elevado, mientras que los beneficios ha sido bajos.
Los impulsores de la reforma han afirmado que el objetivo es dar a la gente más opciones para la gestión de sus ahorros para la pensión.
Actualmente la edad de jubilación está en torno a los 64 años, pero la edad real de pensión depende de la fecha de nacimiento, y se espera que desde 2026 se estabilice en torno a los 65.