Madrid, 31 ene (EFECOM).- El Banco Sabadell se ha desplomado este viernes un 13,94 % en bolsa, el mayor descenso del Mercado Continuo y la caída más acusada que experimenta la entidad desde el 24 de junio de 2016, tras el referéndum del "brexit", cuando perdió un 14,55 %.
En la jornada en la que se concretará la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), las acciones del Sabadell han cerrado a 0,81 euros, el nivel más bajo desde principios de septiembre.
Los dos bancos que han presentado hoy resultados han evolucionado de forma distinta, ya que CaixaBank ha subido un 0,15 %, hasta 2,64 euros por título, mientras que el BBVA ha bajado un 0,85 %, hasta 4,67 euros.
Las acciones del Santander han caído un 3,07 %; las de Bankia, un 2,18 %, y las de Bankinter, un 1,48 %.
En cuanto al comportamiento del Banco Sabadell, Ignacio Cantos, director de Inversiones de Atl Capital, considera que sus resultados han sido "algo más flojos de lo esperado" y las perspectivas para este año tampoco han sido demasiado positivas.
Además, Cantos apunta que el mercado esperaba algo más de claridad sobre una posible fusión.
Durante la conferencia de prensa de presentación de resultados, el presidente del Sabadell, Josep Oliu, ha asegurado que la entidad no contempla ninguna fusión "hoy por hoy", pero ha precisado que ese tipo de operaciones "no son descartables".
Según el analista de XTB Joaquín Robles, la cotización del Sabadell se ha visto afectada por la elevada contribución de su filial británica TSB al negocio del grupo.
La responsable de Desarrollo de Contenidos, Productos y Servicios de Singular Bank, Victoria Torre, cree que el Sabadell no ha convencido al mercado con sus resultados y que sus previsiones para 2020 "no son buenas", con los ingresos bajo presión y la rentabilidad sobre recursos propios (ROE) "inferior a dos dígitos".
Torre ha destacado también las pérdidas registradas en el cuarto trimestre y la posibilidad de que el banco vuelva a recurrir al pago del diviendo en acciones.
En la rueda de prensa de hoy, Oliu ha dicho que el banco apuesta por un dividendo en efectivo, ya que la solvencia está próxima al 12 %, y ha insistido en la idea de seguir repartiendo entre el 40 % y el 50 % de los beneficios recurrentes cada año.