Isaac J. Martín
Beirut, 2 feb (EFECOM).- El colapso de la moneda local siria a uno de sus niveles más bajos ante el dólar desde el inicio del conflicto en 2011 aprieta aun más los bolsillos de los sirios, que viven bajo unas sanciones que ahogan el día a día mientras el Gobierno endurece los castigos económicos para evitar el comercio con los billete verdes.
Las dificultades económicas en las calles de la capital y las diferentes poblaciones bajo control gubernamental, que se recuperan de las consecuencias de una guerra que aún continúa, ha provocado que los sirios saquen su ingenio y patriotismo para apoyar la lira siria, que se ha devaluado a niveles récord ante el dólar.
LA LIRA CAE EN PICADO
En 2011, los sirios obtenían un dólar por 47 liras sirias y en estos últimos días ha superado las 1.000 liras en el mercado negro. Es decir, 100 liras sirias valían 2 dólares en 2011 y ahora la misma cantidad sería unos 13 centavos.
El resultado de este colapso ha sido el encarecimiento de los productos básicos día tras día en los mercados del país, gravemente afectado también por la crisis económica que vive su vecino Líbano.
Al Líbano acudían los sirios para obtener dólares, ya que en su país es prácticamente imposible por las sanciones impuestas por Estados Unidos, la Unión Europea y países árabes desde 2011 a las transferencias bancarias, industria petrolera, así como figuras políticas, incluidas el presidente sirio, Bachar al Asad.
Ziad Arbash, profesor de Economía en la Universidad de Damasco, dice a Efe que “el agravamiento de la situación en el Líbano tendrá influencia negativa en la economía siria”, debido a “la financiación de las importaciones del sector privado por los bancos libaneses".
A falta de una regulación del Banco Central libanés, las entidades bancarias de ese país han impuesto sus propios controles y han limitado la retirada de dólares por semana a no más de 300 dólares.
Además, escasean las transferencias de los sirios a sus familias en el interior del país por las restricciones sobre el movimiento de la moneda extranjera en el Líbano.
"La producción en Siria sigue en marcha, pero el aumento de los precios es el origen de la reducción de la compra y venta", zanja.
Según estima la ONU, un 83 % de los sirios viven bajo la línea de la pobreza, con menos de 100 dólares al mes en un momento en el que, a pesar de que el Gobierno sirio ha recuperado la mayoría del territorio que fue dominado por las facciones insurgentes, aún continúa la guerra en Idlib y oeste de Alepo, en el noroeste de Siria, contra esos grupos alzados contra Al Asad.
MANO DURA DEL GOBIERNO CONTRA EL MERCADO NEGRO
El Gobierno de Al Asad emitió dos decretos el 18 de enero. En uno modifica el castigo endureciendo de seis meses a no menos de 7 años de trabajos forzosos a aquel que use moneda extranjera como método de pago dentro del país, un intercambio prohibido desde hace cuatro décadas.
En el otro impone "arresto temporal" y hasta 5 millones de liras sirias de multa (9.700 dólares) a quien "difunda, publique o reproduzca hechos falsos o alegaciones falsas" sobre el valor de la moneda local.
Dos días después, el Banco Central sirio anunció que va a comprar dólares a los ciudadanos "sin tener que entregar su documentación" y elevó de 438 a 700 liras el cambio del dólar para las remesas del exterior.
El presidente de la Cámara de Comercio de Deir al Zur, Mazen Kanama, afirmó a Efe que cualquier cambio en estas medidas o de la aplicación del decreto presidencia aprobado les hará regresar de nuevo al "gran colapso".
"NUESTRA LIRA, NUESTRO ORGULLO"
La semana pasada apareció una campaña en redes sociales llamada "nuestra lira, nuestro orgullo", en el que anima a los vendedores a ofrecer productos a un precio muy bajo, hasta a una lira, con el fin simbólico de que la moneda local recupere el poder adquisitivo previo al conflicto.
Saleh Sliman y Sobhi Sahary, fundadores del grupo, explican en un video el 20 de enero que su objetivo es apoyar la lira y acabar con el aumento de los precios, así como boicotear los productos extranjeros con ofertas, que solo durarán unos días.