Barcelona, 4 feb (EFECOM).- La situación de la planta de Nissan en Barcelona es cada vez más complicada después del último anuncio de la dirección de que reducirá a partir de Semana Santa la producción de la furgoneta eléctrica eNV200, lo que acrecienta el temor de los sindicatos a encontrarse ante una crisis sin solución.
Fuentes sindicales han explicado que la dirección de la multinacional nipona informó ayer a los representantes de los trabajadores de que la producción de la eNV200 se reducirá de 103 a 60 unidades diarias después de Semana Santa, lo que dejaría a la planta con una utilización por debajo del 20 %.
El anuncio llega precisamente una semana después de que el presidente de Nissan Europa, Gianluca de Ficchy, asegurara en una reunión con el comité que se llevaban de la planta de la Zona Franca la pick-up X-Class de Mercedes, pero que la furgoneta eléctrica se quedaba en Barcelona y era considerado un modelo de futuro.
"Todos son mentiras. Vienen aquí a mentirnos", se ha lamentado este martes el portavoz de CCOO en la planta barcelonesa de Nissan, Miguel Angel Boiza, que ha subrayado que la reducción de la producción de la furgoneta eléctrica provocará un nuevo excedente de personal.
La dirección de Nissan ha justificado esta nueva medida por el descenso de las ventas de la furgoneta, según las mismas fuentes.
Los sindicatos ya expresaron la semana pasada su temor a que Nissan acabara llevándose el ensamblaje de la eNV200 a alguna plana de Renault en Francia ya que el pasado junio hizo este movimiento con el mismo modelo de combustión.
Boiza ha insistido en que urge la adjudicación "lo antes posible" de un nuevo modelo para Barcelona. "Ya veremos cómo pasamos luego el tiempo hasta el inicio de la producción, pero tienen que adjudicarnos algo ya", ha apuntado.
Los representantes de los trabajadores advierten de que, de los centros de Nissan en España (los tres de Barcelona, el de Ávila y el de Cantabria), dependen directa o indirectamente 25.000 familias.