Bruselas, 5 feb (EFECOM).- La patronal catalana Foment del Treball rechazó este miércoles derogar la reforma laboral aprobada por el Gobierno del expresidente Mariano Rajoy en 2012, pero se mostró dispuesta a "modernizarla".
"No queremos que se planteen derogaciones de la reforma laboral. Sí estaríamos de acuerdo en poder modernizar la última reforma laboral", declaró el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, durante un acto en la sede de la Eurocámara en Bruselas en el que se presentó el informe del laboratorio de ideas de la patronal "Por una Europa social y de progreso para el siglo XXI", publicado en octubre.
Sánchez Llibre consideró que la reforma laboral de 2012 ha sido "muy importante para poder superar la crisis".
El viernes pasado, el Gobierno, los sindicatos y la patronal iniciaron las reuniones de la mesa de diálogo social de empleo y relaciones laborales, que empezará sus trabajos abordando aspectos relativos a la negociación colectiva (prevalencia de convenios y ultraactividad) y la subcontratación.
El secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez, subrayó que negociación colectiva y subcontratación son elementos que se cambiaron en la reforma laboral de 2012 a los que hay "que dar una vuelta porque son responsables de algunas de las carencias del mercado de trabajo y especialmente de la devaluación de los salarios y algunos de los elementos de pobreza laboral".
Junto a ello, el secretario de Estado señaló que este diálogo social servirá para "afrontar la derogación ordenada de la reforma laboral" en el marco de un "diálogo sincero y permanente con los interlocutores sociales"
La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, reiteró el lunes su "firme" compromiso con la derogación de la reforma laboral.
Hoy, Sánchez Llibre también se opuso a incrementar la presión fiscal en España porque la que existe en el país "desde el punto de vista de la renta de las personas físicas y de renta de las sociedades es suficiente".
"Estamos en la media europea", afirmó.
Como alternativa a los impuestos, dada la necesidad de obtener más recursos para financiar las pensiones o la sanidad y la educación públicas, instó al Gobierno a establecer un plan de reducción de la economía sumergida para que en cuatro años pase del 25 % del PIB al 15 %.
"Rebajando en diez puntos, seríamos capaces de incrementar cada año 40.000 millones de euros de ingresos", aseguró.
Por su parte, el director del laboratorio de ideas de Foment, Jordi Alberich, pidió ser "cautelosos y prudentes" con nuevas subidas del salario mínimo en el futuro, si bien reconoció que la patronal catalana fue la "única" institución que recibió "con amabilidad y positivamente" el incremento de 2019 hasta los 900 euros.
"Creíamos que en aquel momento era indispensable, aunque tenga costes, aunque tenga algún que otro coste", apuntó.
Sobre el incremento de 2020 hasta los 950 euros, consideró un "motivo de satisfacción" que se haya alcanzado "por pleno consenso" de sindicatos, patronal y Gobierno.