Fráncfort (Alemania) 5 feb (EFECOM).- Las zonas de comercio exterior, o zonas francas, pueden limitar el impacto de las guerras comerciales, de hecho, ya lo han hecho en la actual disputa entre EEUU y China, según un artículo del último informe económico del Banco Central Europeo (BCE), publicado este miércoles.
Los autores, Virginia di Nino, Simone Cigna y Srdan Tatomir, aseguran en el artículo que debido a esta guerra comercial entre EEUU y China, el 90 % de los bienes intermedios chinos se han visto afectados por el aumento de los aranceles por parte del Gobierno estadounidense.
Las medidas proteccionistas aumentaron la tasa de aranceles bilateral en 14,2 puntos porcentuales.
Recurrir a las zonas francas puede haber bajado la tasa arancelaria efectiva de EEUU y China en hasta 4,5 puntos porcentuales, según cálculos del estudio.
En las zonas de comercio exterior o zonas francas los bienes importados pueden ser introducidos, manufacturados y vueltos a exportar sin intervención de las autoridades aduaneras de ese país.
Por tanto se considera fuera del territorio aduanero nacional a las mercancías introducidas en él, no se les aplican los derechos arancelarios de importación y también pueden tener menos controles de capital y ventajas fiscales.
Solamente cuando las mercancías pasan a los consumidores dentro del país en el que se encuentra la zona, pasan a estar regidas por los derechos aduaneros vigentes.
Muchos gobiernos establecen en un país zonas francas en regiones apartadas o extremas, para promover el empleo y la actividad económica de la zona.
EEUU tiene 191 zonas francas, con más de 3.200 empresas y 440.000 trabajadores en 2018, especialmente en el sector petrolífero, de la electrónica, maquinaria y transporte, según cifras del informe del BCE.
Muchos fabricantes estadounidenses importan a través de las zonas francas en EEUU.
China tiene 12 zonas francas, que emplean al 4 % de la población y venden bienes que representan el 17 % del total de las importaciones chinas.
Además, China prevé que va a establecer otras 6 zonas más.
La mitad de estos bienes que entran en China y EEUU a través de estas zonas son para consumo nacional y la otra mitad se vuelve a exportar.
Los productos electrónicos y maquinaria importados a través de la zonas francas representan en China el 20 % de las importaciones de esos sectores y los bienes de transporte, el 25 %, también según cifras del BCE.
Por ejemplo, el fabricante estadounidense de vehículos eléctricos Tesla ha establecido recientemente una de sus fábricas gigantes en la zona franca de Shangai.
En el caso de la Unión Europea (UE), existen suspensiones de derechos a las importaciones durante cinco años que se pueden renovar y se garantizan las mismas condiciones para todas empresas manufactureras de la UE.