París, 6 feb (EFECOM).- Isabelle Kocher, la única mujer al frente de una de las empresas del índice CAC-40 de la Bolsa de París, no renovará en su cargo de directora general del grupo energético Engie, que acaba en mayo, según decidió este jueves el consejo de administración en mitad de una crisis interna.
"El consejo de administración ha considerado que la profundización de la estrategia necesita un nuevo liderazgo", comunicó la empresa en una nota tras la reunión, que inicialmente debía celebrarse la víspera de la presentación de los resultados anuales el próximo 27 de febrero.
Pero todo se precipitó para poner fin al continuo cruce de declaraciones de los últimos días sobre una empresa en la que el Estado francés mantiene una participación estratégica del 24 %.
Detrás de la maniobra para apartarla de las riendas ha estado el presidente no ejecutivo, Jean-Pierre Clamadieu, antiguo "número uno" de la compañía química Solvay que -hecho inaudito- intervino públicamente para desmentir las afirmaciones de Kocher sobre un supuesto plan para desmantelar Engie al que ella se oponía.
Clamadieu no se quedó ahí sino que criticó que el efectivo que genera la actividad de la compañía "no es suficiente para financiar las inversiones y los dividendos" y que la "principal preocupación es acelerar la transformación del grupo y hacer mas comprensibles sus efectos".
Una forma de señalar que los que han descabalgado a la responsable ejecutiva no pretendían dar marcha atrás en la reorientación de la actividad en línea con la transición energética, que se ha traducido en la venta de los negocios vinculados con el carbón.
El golpe dado por el presidente y la mayoría del consejo es también una respuesta al bloque que se había constituido en defensa de Kocher, que los acusaban en particular de oponerse a la estrategia de la ahora ya exdirectora general para adaptar una empresa cuyos principales activos son el gas y la energía nuclear.
Al ostentar un simbólico rol por ser la única mujer al frente de un grupo del CAC-40, sus apoyos han denunciado que los ataques se deben al hecho de ser mujer y a su apuesta por la transición energética.
Ese bloque de una cincuentena de personalidades, en el que están entre otros el líder del partido ecologista francés, Yannick Jadot, la alcaldesa socialista de París, Anne Hidalgo, o el presidente de la región Hauts de France, el conservador Xavier Bertrand, lanzó su ofensiva con un artículo en la prensa el pasado martes.
En su texto, presionaban al ministro de Economía, Bruno Le Maire, al que responsabilizaban de "querer precipitar" la salida de Kocher a través de los tres administradores que tiene el Estado en el consejo (de un total de 14) y de "desestabilizar" la empresa con la posible intención de desmantelarla.
Le Maire, que no se había pronunciado explícitamente ni en favor ni en contra de la ejecutiva, se había limitado a señalar antes de conocerse la decisión del consejo que lo que importa es que la empresa "tenga éxito", que clarifique su estrategia y se convierta en "uno de los campeones mundiales de las energías renovables" con "resultados sólidos".
Unos resultados que no han sido muy favorables en los últimos años, como lo evidencia una evolución en bolsa netamente peor que otros grandes grupos del sector en Europa.