Nueva York, 7 feb (EFECOM).- La potente industria inmobiliaria de Nueva York anunció este viernes que va a demandar a las autoridades estatales por su decisión de prohibir que los agentes cobren comisiones a los inquilinos.
La acción legal, que será presentada el lunes, alega que el Ejecutivo estatal se atribuyó competencias que no son las suyas y que su anuncio, por sorpresa, ha provocado un caos en el sector que causará pérdidas a agentes y dueños.
Esta semana, el Departamento de Estado de Nueva York publicó una serie de aclaraciones a las nuevas leyes del alquiler aprobadas el pasado año por los legisladores estatales, entre ellas una que de forma efectiva prohíbe el cobro de comisiones a quien alquila una vivienda.
"Vamos a pedir a la Corte que reconozca que el Departamento de Estado se excedió en su rol ilegalmente al emitir su nueva guía sobre las comisiones de alquiler", señaló en un comunicado James Whelan, presidente de la Real Estate Board of New York, una organización que agrupa a profesionales del sector inmobiliario.
Según Whelan, el anuncio sin previo aviso hecho por las autoridades ha causado "confusión y caos generalizado entre los dedicados agentes inmobiliarios y sus clientes".
"Esta repentina decisión y la forma en la que se hizo pública ha sido dañina para miles de trabajadores neoyorquinos", defendió.
La decisión de prohibir las comisiones estaba ya contenida en una medida aprobada el pasado año, que limitaba a un máximo de 20 dólares las tasas a pagar al solicitar un alquiler.
Hasta ahora, sin embargo, la interpretación era que eso no cubría a las comisiones de los agentes sino otros gastos, como los informes sobre antecedentes e historial de crédito del arrendatario que muchos propietarios requieren.
La guía publicada este semana por el Ejecutivo estatal aclara que tampoco pueden cobrarse a los inquilinos comisiones inmobiliarias, a no ser que sean ellos los que contraten a un agente para que les encuentre una vivienda.
Así, a partir de ahora serán los propietarios los que tengan que pagar a los intermediarios o, simplemente, optar por no utilizarlos y lidiar directamente con los posibles inquilinos.