La compañía petrolera finlandesa Neste obtuvo en 2019 un beneficio neto de 1.789 millones de euros, un 130 % más que en el ejercicio anterior, el mejor resultado de su historia, gracias a su división de biocombustibles, según informó este viernes la empresa.
El beneficio bruto de explotación (ebitda) de Neste creció en 2019 un 67 % interanual, hasta 2.731 millones de euros, mientras que su ganancia operativa alcanzó los 2.229 millones de euros, un 118 % superior.
La empresa resaltó que su beneficio operativo comparable (sin contabilizar ganancias o pérdidas de inventario, depreciaciones y otras partidas extraordinarias) aumentó en menor medida, un 38 %, hasta 1.962 millones de euros, aunque aún así supone un récord histórico para el grupo.
Neste facturó 15.840 millones de euros, un 6,2 % más que en 2018, gracias principalmente al aumento del volumen de ventas y a la revalorización del dólar frente al euro, factores que tuvieron un impacto positivo de unos mil millones de euros sobre sus ingresos.
Su negocio de refinado de carburantes fósiles, el más importante en cuanto a facturación, ingresó 10.416 millones de euros en 2019, un 3 % más que el año anterior, pese a que el volumen de ventas de gasolina y diésel se mantuvo inalterado en torno a los 14,4 millones de toneladas.
El beneficio operativo comparable de esta división se redujo un 2,7 %, hasta 386 millones de euros, lastrado por la caída de su margen total de ganancia en el refinado, que disminuyó 5,5 puntos porcentuales y se situó en los 10,56 dólares por barril.
En cambio, su negocio de carburantes renovables mejoró notablemente sus resultados gracias al aumento del volumen de ventas y del margen de ganancia, lo que le permitió incrementar un 63 % su beneficio operativo comparable, hasta 1.599 millones de euros.
Neste vendió 2,84 millones de toneladas de biocombustibles en 2019, un 25,7 % más, una cifra récord que elevó su facturación un 24 %, hasta 4.033 millones de euros.
Este negocio obtuvo un ebitda de 2.013 millones de euros, un 96,7 % más, impulsado por la mejora del margen de ganancia, que creció más de un 7 % y alcanzó los 644 dólares por tonelada.
El 67 % de estos carburantes renovables, principalmente biodiésel producido en sus plantas de Porvoo (Finlandia), Rotterdam (Holanda) y Singapur, fue a parar al mercado europeo, mientras que el resto se distribuyó en Norteamérica.