Londres, 11 feb (EFECOM).- El primer ministro británico, Boris Johnson, dio luz verde este martes al proyecto HS2 de tren de alta velocidad entre el sur y el norte de Inglaterra, criticado incluso por miembros de su partido por su excesivo coste y efectos en el medio ambiente.
En una comparecencia en la Cámara de los Comunes, Johnson, que ganó las últimas elecciones con la promesa de potenciar el norte inglés, dijo que su Gobierno ha tenido "las agallas" de aprobar la segunda fase del plan de infraestructuras "High Speed" 2 (HS2), a pesar de los informes oficiales en contra.
La ruta del HS2, que debe estar completada en 2040, unirá Londres y Birmingham, y después esta ciudad del centro de Inglaterra con Manchester y Leeds en el norte.
El primer ministro aseguró que un miembro de su Ejecutivo supervisará las obras del AVE británico para "restablecer las disciplina", después de que la primera fase del proyecto, que se inició en 2017 con trabajos preliminares, vaya con retraso y se haya salido ya del presupuesto.
Johnson argumentó que "la mala dirección" hasta ahora de la gestora HS2 Ltd, auspiciada por el ministerio de Transporte, "no quita el valor fundamental" del mayor proyecto ferroviario desde la época victoriana, que ha de servir para aumentar la capacidad y velocidad de los trenes y crear empleo, según el dirigente.
En 2015, el Ejecutivo conservador de entonces estimó en su presupuesto que el proyecto tendría un coste de 56.000 millones de libras (66.400 millones de euros), pero cálculos posteriores lo han elevado hasta unos 107.900 millones (127.945 millones de euros), lo que ha llevado a muchos diputados a pedir su suspensión.
La aprobación del plan completo, que conllevará expropiaciones y movimientos de carreteras y ríos, con gran impacto en el paisaje, es una buena noticia para empresas españolas como Ferrovial, ACS, CAF o Talgo, que tienen intereses en el proyecto.