Madrid, 12 feb (EFECOM).- El presidente de Mapfre, Antonio Huertas, ha pedido hoy "prudencia" al Gobierno antes de hacer cualquier cambio en la reforma laboral de 2013, con la que se han creado "tres millones de puestos de trabajo en un entorno de crecimiento alto".
En rueda de prensa para presentar los resultados correspondientes a 2019, Huertas ha considerado que "si hay que tocar algún aspecto de la reforma laboral" que se toque, pero no se debe derogar en ningún caso, para no "perder tiempo", ya que existen "suficientes prioridades en este país".
En cuanto a las reformas fiscales, ha destacado que hay que intentar que no aumente el déficit y ha insistido en que tanto empresas como ciudadanos deben pagar los impuestos que les correspondan "para hacer frente a las obligaciones de este país", pero también siendo prudentes y atendiendo primero a las necesidades más acuciantes.
Preguntado por la intención del Gobierno de elevar el impuesto de sociedades, Huertas ha asegurado que se sienten "orgullosos" de lo que pagan en todo el mundo, un 25 %, que creen que es apropiado para la dimensión de la entidad, aunque ha aclarado que son "cumplidores" y harán "lo que corresponda".
Huertas también se ha mostrado contrario a la doble imposición que soportan las empresas con presencia en otros países y ha dicho que es "injusto pagar dos veces por lo mismo", pues ya contribuyen en los países donde generan beneficios, en algunos más incluso que en España.
En la misma línea, el consejero-director general financiero de Mapfre, Fernando Mata, ha dicho que la doble imposición "no tiene ningún sentido" y que se trata de una clara "asimetría fiscal".
Asimismo, ha explicado que la entidad no ha calculado el impacto que podría suponer en las cuentas el nuevo impuesto de transacciones financieras, que será del 0,2 %, y ha añadido que lo que hay que hacer con la llamada tasa Tobin es "asumirla y pagarla".
Sobre la nueva responsable del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, Huertas ha señalado que es la persona que va a llevar a los países del euro "a buen puerto en esta difícil nave que es el crecimiento económico en Europa", para lo que contará con la máxima colaboración de todas las partes implicadas o "stake holders", incluido Mapfre.