Nueva York, 13 feb (EFECOM).- El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró este viernes con un ascenso del 1,2 %, situando el barril en 52,05 dólares, una nueva subida provocada por las esperanzas entre los inversores de que la demanda de combustible aumente poco a poco y deje atrás los efectos del coronavirus de Wuhan.
Al final de las operaciones a viva voz en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros de WTI para entrega en marzo sumaron 63 centavos de dólar respecto a la sesión previa del jueves.
Los precios del petróleo subieron en la que es su mejor semana del año, espoleado por las previsiones de los inversores de que el impacto del coronavirus (COVID-19) en la demanda de combustible disminuirá en los próximos meses.
En el último mes y medio, desde la aparición del virus, la demanda de petróleo en China, el segundo mayor consumidor mundial, se ha desplomado debido a restricciones de viaje, las cancelaciones de vuelos y las cuarentenas.
Por este motivo, los expertos auguran que el banco central de China será generoso en sus estímulos para revertir la desaceleración provocada por el patógeno, lo que ha insuflado algo de confianza en los inversores, que esperan en la recuperación del gigante asiático durante el segundo trimestre del año.
Además, buena parte de las fábricas chinas están volviendo a la normalidad, una cuestión que también se espera que ayude a un aumento en la demanda de crudo.
En China, la cifra de afectados por el COVID-19 ha sobrepasado los 60.000 casos y la enfermedad ha provocado al menos 1.380 muertes, la mayoría en la provincia de Hubei, epicentro de la propagación del virus.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) redujo su pronóstico de demanda de 2020 para su crudo en 200.000 barriles por día, lo que generó expectativas de que el grupo de productores y sus aliados podrían reducir aún más la producción, aunque aún falta el visto bueno de Rusia, uno de los socios principales.
Por otro lado, la Agencia Internacional de Energía espera que la demanda de petróleo en el primer trimestre caiga por primera vez en los últimos 10 años, antes de recuperarse del segundo trimestre.