París, 18 feb (EFECOM).- El incremento de la deuda corporativa se aceleró el pasado año con 2,1 billones de dólares más, un volumen equivalente al del récord alcanzado en 2016, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Eso significa que al terminar 2019 las deudas acumuladas de las empresas no financieras a escala global subió a un techo histórico de 13,5 billones de dólares, indica en un estudio publicado este martes la OCDE, que advierte de los riesgos de esa situación para las propias empresas, pero también para la economía en general.
Unos riesgos que radican no solo en los volúmenes totales, sino también en que la nota general que les atribuyen las agencias de calificación a esos préstamos se ha deteriorado.
El pasado año, la proporción de bonos corporativos que tenían una calificación de BBB -la más baja dentro de la categoría aceptable- suponía un 51 % del total, cuando en el periodo 2000-20007 ese porcentaje había sido únicamente del 39 %.
Desde 2010, cada año en torno al 20 % de las emisiones han tenido una nota inferior y en 2019 se llegó al 25 %.
Eso convierte la última década en el periodo más prolongado desde 1980 en el que hay una parte tan importante de los títulos de deuda de las empresas con una calificación baja.
Lo que implica que los riesgos de impagos en caso de un revés de la situación económica sean mayores.
Otra de las tendencias constatadas es la prolongación de los periodos de vencimiento de los títulos de deuda, que en los cinco últimos años ha sido de media de 12,4 años, frente a los 9,4 años a comienzos de los 2000. En 2019, esa media fue de 13 años.