Madrid, 18 feb (EFECOM).- La banca española debe adaptarse al nuevo entorno marcado por el desarrollo tecnológico, un proceso que, según la agencia de medición de riesgos S&P, le llevará "varios años e implicará cuantiosas inversiones, pese a la preferencia de los consumidores españoles por la atención cara a cara.
En un informe publicado este martes, S&P augura una etapa de grandes cambios tecnológicos en los bancos españoles, que aunque seguirán atendiendo al modo tradicional, "de ladrillo y mortero", no podrán eludir la digitalización de sus servicios para ofrecer servicios de primera calidad.
Aunque los españoles, al contrario de lo que ocurre en el Reino Unido, todavía prefieren la atención personalizada y no digital, y las entidades mantienen muy nutridas sus redes de atención al cliente, la transición es inevitable.
Los grandes bancos tienen más medios para emprender esa transformación digital, que será más costosa para las de menor tamaño, prosigue el infirme.
El mayor reto, destaca S&P, será integrar los nuevos desarrollos en sus infraestructuras de tecnologías de la información, redefiniendo al mismo tiempo sus procesos internos, lo que les supondrá cuantiosas inversiones durante un prolongado periodo de tiempo.
S&P no augura para las nuevas empresas tecnofinancieras o "fintech" grandes cuotas de mercado en los próximos años, pero sí un papel de impulsoras de la renovación en las entidades tradicionales, y una guerra de precios.