La posibilidad de que el Banco Central Europeo (BCE) tenga que ampliar todavía más sus estímulos monetarios para contener el impacto económico derivado de la irrupción del coronavirus ha puesto freno en febrero a la subida del euríbor a 12 meses, la referencia para la mayoría de las hipotecas a tipo variable en España. Tras cinco meses consecutivos ascendiendo, sin prisa pero sin pausa, el euríbor ha regresado a sus andadas bajistas en el segundo mes del año.
A falta de los dos últimos datos diarios, el índice hipotecario muestra una media mensual del -0,286% en febrero (el dato final se moverá entre el -0,286% y el -0,288%), la más reducida desde octubre y la cuarta más baja de la historia. Se sitúa así por debajo del -0,253% de enero e interrumpe la moderada subida que venía registrado desde septiembre. Otro dato: este miércoles su dato diario se situó bajo el -0,3%, algo que tampoco ocurría desde mediados de octubre.
Los préstamos que se revisen con el promedio de febrero verán abaratada su cuota en las actualizaciones anuales, pero las semestrales se encarecerán, puesto que la media de febrero de 2019 fue del -0,109% -superior- y la de septiembre, del -0,339%-inferior-. Para una hipoteca de 150.000 euros a 20 años y un diferencial de un punto porcentual sobre el euríbor, la cuota bajará en 12 euros al mes en las revisiones anuales y subirá en 4 euros mensuales en las semestrales.
Nuevas expectativas…
Como trasfondo de la vuelta a los descensos del euríbor, la opción de que la entidad presidida por Christine Lagarde tenga que remangarse de nuevo y activar mayores estímulos para contener el parón económico que puede provocar la propagación del coronavirus.
Sobre todo, tras el impacto que puede provocar en la actividad empresarial y comercial del Norte de Italia, motor de la tercera mayor economía de la Eurozona, que se sumaría al registrado en países con capacidad de influir en el crecimiento mundial, como China o Corea del Sur.
Sobre la mesa del BCE, más de lo mismo de lo que ha venido aplicando en los últimos tiempos.
A saber, una nueva rebaja de los tipos de la facilidad de depósito, para llevarlos del -0,50% al -0,60%, o la ampliación del programa de compra activos en el mercado, elevando el peso de la deuda privada, por encima de los 20.000 millones de euros al mes vigentes desde noviembre. O una combinación de ambas palancas.
…a expensas del 'tiering'
En cualquier caso, se trataría de otra vuelta de tuerca a su política monetaria, esta vez causada por un elemento imponderable, la irrupción del coronavirus y sus efectos económicos. El euríbor, por ahora, así lo anticipa, aunque el impacto de las decisiones del BCE en la referencia hipotecaria también dependerá de si, al mismo tiempo, la institución modifica o no las condiciones del alivio –‘tiering’- que viene aplicando para contener el perjuicio que los tipos negativos provocan en la banca.
Conviene recordar que en septiembre, cuando el BCE, aún capitaneado por Mario Draghi, descargó su última ráfaga monetaria y redujo los tipos de depósito del -0,40% al -0,50%, el euríbor respondió con subidas porque el ‘tiering’ también anunciado entonces neutralizaba ese recorte e incluso más que eso, porque para el euríbor equivalía a una subida de los tipos.
Con el ‘tiering’, el BCE establece un sistema escalonado de tipos de interés para el exceso de dinero que tienen los bancos, de tal modo que una parte de ese dinero se libra de pagar la sanción que los tipos negativos suponen para sus reservas excesivas.
Actualmente, el volumen exento de sufrir los tipos negativos alcanza los 814.000 millones de euros, en tanto que el que sigue pagando ese ‘peaje’ ronda los 900.000 millones de euros, cifra que se traduce en una multa diaria de 12 millones de euros.
Si el BCE modifica el ‘tiering’ –elevando el multiplicador sobre las reservas mínimas para dejar más cantidad exenta o retribuyendo el dinero exento- para que la ‘multa’ no se aleje de esta cifra e incluso para reducirla, anularía el efecto de una rebaja adicional de los tipos sobre el euríbor. Si no lo modifica, el índice hipotecario podrá bajar más y los bancos sufrirán el efecto de los tipos negativos con mayor intensidad.
Por ahora, el euríbor, siempre previsor, ya ha anticipado en febrero qué puede hacer el BCE. Pero falta lo importante: saber qué hará exactamente la entidad. No habrá que esperar mucho, puesto que la próxima reunión de política monetaria del Consejo de Gobierno tendrá lugar el 12 de marzo. Si los acontecimientos no se precipitan ni obligan a una actuación más temprana, claro.