Apenas han pasado 24 horas desde que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que con el fin de la Semana Santa acabarían también las medidas más drásticas de “hibernación económica”. Este domingo, el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha puntualizado este fin del parón empresarial al señalar que todavía “hay que ver cuáles son los sectores básicos”.
El matiz para el discurso de Sánchez ha llegado desde una comparecencia pública en La Moncloa en la que estaba rodeado por los ministros de Defensa, Interior y Sanidad. Ábalos ha tomado la palabra para responder a una pregunta sobre esta reactivación de la actividad empresarial y ha especificado que “todavía está por definir” qué sectores recuperarán sus dinámicas y en qué grado.
Ábalos ha subrayado que, el próximo 9 de abril, “lo que acaba es el decreto que establece los permisos retribuidos”. Pero incluso aquí se ha puntualizado a sí mismo dando a entender que las medidas aún están sobre la mesa y se decidirán en función del devenir de la alerta sanitaria. A palabra seguida, el titular de Transportes ha señalado que “salvo que planteemos otras medidas [desde el Consejo de Ministros], volveríamos al primer decreto de alarma”.
El plan de reactivación progresiva
Si bien es cierto que en este primer decreto solo se prohibía la apertura de ciertos establecimientos y se garantizaba la apertura de otros de primera necesidad, el escenario que ha planteado este domingo el ministro hace pensar en que no será una vuelta completa a la normalidad. Esta situación concuerda con lo que ya dejó entrever ayer el presidente del Gobierno al referirse a un plan para la “reactivación progresiva de al actividad económica”.
Sobre este asunto, Ábalos ha señalado que “no hay lugar para las ortodoxias ideológicas” en esta crisis, que según él “precisará que los gobiernos asuman un papel más activo en la economía”. Ha subrayado que este punto “no es sólo una apreciación personal o del Gobierno, sino un diagnóstico extendido incluso desde las tribunas ideológicas del liberalismo”.
No obstante, el ministro ha rehusado responder a la reclamación de los transportistas de que el Gobierno intervenga en el precio de los carburantes.
En su discurso ha reconocido que “el mercado está realmente muy enrarecido en la cuestión de combustibles”, pero ha explicado que “esta reivindicación constante depende de la vicepresidenta de Transición Ecológica”, Teresa Ribera, a la al término de su comparecencia se ha comprometido a darle traslado.