El Consejo General de Economistas (CGE) estima que el PIB español se contraerá en torno al 10,8% este año como consecuencia de la crisis sanitaria del Covid-19, al tiempo que la tasa de paro se situará entre el 21% y el 22%, para posteriormente registrar un crecimiento del 3,5% en 2021 y una reducción de la tasa de desempleo hasta el 17%. Además, estima que el déficit público podría subir hasta el 15% este año y la deuda alcanzar el 125% del PIB.
Así se desprende del observatorio financiero del Consejo correspondiente al mes de abril, en el que los economistas señalan que la caída del 5,2% del PIB registrada en el primer trimestre, según los datos publicados por el INE se debe a la reducción del consumo (-5,1%) y de la inversión (-5,3%). Los economistas señalan que las variaciones más destacables se han producido en el consumo privado de los hogares (-7,5%) y la construcción (-9,6%), a lo que se suma el retroceso del 12,6% en el índice general del comercio al por menor, frente al alza del 8,9% de la alimentación.
No obstante, consideran que será a lo largo del segundo trimestre y el siguiente cuando se reflejarán "más ampliamente" aún los efectos de la crisis en el empleo, el consumo, la inversión o las exportaciones, además del turismo, "uno de los sectores más afectados y de los que más difícil tiene la remontada".
A pesar del plan de transición hacia la "nueva normalidad" presentado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desde el Consejo General de Economistas consideran que "todavía existe mucha incertidumbre sobre la duración de la crisis sanitaria y por tanto de la recuperación de la actividad económica".
Dado que la recuperación de la actividad va a ser "gradual y lenta" por provincias y por sectores, prevé que el PIB se contraiga en torno al 10,8% en 2020, con una recuperación en 2021 de alrededor del 3,5%.
En cuanto al empleo, señala que el efecto del Covid-19 ya se está constatando, tras la EPA que eleva la tasa de paro al 14,4%, con 3,31 millones de parados y por los 4 millones de trabajadores afectados por ERTE. Así, estima que la tasa de paro se encontrará a final de año entre el 21% y el 22%, con una reducción hasta el 17% el próximo año.
Déficit y deuda
De igual forma, el CGE señala que los próximos meses estarán marcados por una reducción de los ingresos públicos, fundamentalmente por la bajada de la recaudación de impuestos, y un incremento del gasto público para hacer frente a la emergencia sanitaria y social en primer lugar y también económica.
Como consecuencia, el déficit se incrementará hasta situarse entre el 13% y 15%, mientras que la deuda, en el escenario más optimista, podría centrarse en el 113%. A este respecto, apunta que hay que tener en cuenta que, si las necesidades de financiación ascienden a 300.000 millones, que suponen un 25% de la deuda a finales de 2019, esta se podría situar a final de año entre el 120% y el 125% del PIB.
Por ello, subraya la importancia de que se mantenga controlada la prima de riesgo dado el aumento del déficit y deuda, y la necesidad de que se sigan financiando a tipos muy bajos.
Igualmente, los economistas aluden al efecto en los mercados financieros, tanto de renta variable como de renta fija, con caídas abultadas en el primer trimestre, aunque con una recuperación paulatina de los índices bursátiles en las últimas semanas por las intervenciones de los bancos centrales.
En el caso español ha pasado del 80% en el momento más álgido de la crisis al actual 30%, lejos todavía del nivel precrisis. "En un momento en el que la previsión de ahorro puede situarse en máximos, en torno al 14%, la volatilidad no ayuda a invertir ese ahorro", explican.
El Consejo General de Economistas ve "fundamentales" las decisiones que se tomen en el seno de la Unión Europea para enfrentarse a esta recesión que "afecta a todos los países y en mayor medida a España, Italia y Francia".