A punto de cumplir 10 años como consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa (Burgos, 1959) afronta la crisis del coronavirus como una auténtica escuela de liderazgo en la que las empresas estarán obligadas a reconfigurar sus modelos para sobrevivir.
Firme defensora de la valentía y la ausencia de egoísmo frente a situaciones límite, valores que a su juicio aparecen con mayor naturalidad en la mujer, la banquera aboga por la colaboración entre políticos, ciudadanos y empresas para superar la crisis. Su advertencia es clara: "Si el horizonte de trabajo es el próximo sondeo demoscópico o la próxima elección, el fracaso será inevitable".
¿Qué lecciones aprendió la banca en 2008 que puedan inspirar ahora la hoja de ruta de nuestros gobernantes para reconstruir la economía española?
Apoyarse en referencias como la crisis de 2008 para hacer predicciones sobre la actual es algo que no tiene sentido, pues no ha habido experiencia similar a ésta en la historia del mundo. En cualquier caso, todas las crisis son grandes escuelas de liderazgo y el sector financiero sacó de aquella situación importantes enseñanzas, como el valor de la prudencia o la importancia de la prevención. Esas enseñanzas y muchas otras que hemos aplicado desde entonces han llevado a que los bancos españoles sean ahora mucho más sólidos y resistentes de lo que eran entonces.
La mejor lección aprendida es la importancia de tener un acertado diagnóstico de lo ocurrido ya que a partir de esa certeza podremos construir soluciones para superar la crisis y estar lo suficientemente preparados por si, en un futuro, vuelve a ocurrir algo parecido.
¿Cree que hay sectores que van a tener que asumir una reconfiguración de gran calado para recomponerse como hizo la banca tras la anterior crisis?
El ajuste tanto en empleo como en oficinas que tuvo lugar en la banca como consecuencia de la crisis anterior fue tremendo, empezando porque se llevó por delante a la práctica totalidad de las cajas. De igual forma, el sector bancario se ha visto sometido a una estricta y creciente regulación que ha requerido grandes recursos pero que, a la vez, nos ha hecho mucho más resistentes, lo que sin duda nos permitirá sortear con mayor capacidad que otros sectores la crisis en la que estamos inmersos.
El sector bancario se ha visto sometido a una estricta regulación que nos ha hecho mucho más resistentes
Esta crisis va a suponer una aceleración de muchos procesos de cambio que ya estaban en marcha. Y todas las empresas de todos los sectores deberán tener claro que, o asumen una reconfiguración de sus procesos y de sus estructuras para hacerlas más flexibles y adaptables a un nuevo entorno que va a cambiar constantemente, o tendrán dificultades para seguir existiendo.
Desde el sector insisten en que ahora los bancos no son el problema, sino parte de la solución. ¿Cree que el esfuerzo que están realizando las entidades puede implicar un giro para la percepción sobre su reputación?
Mejorar la reputación no es el motivo que nos mueve en esta crisis, al menos en Bankinter. La banca debe jugar un papel fundamental de apoyo a las familias que pierden su empleo y que tienen dificultades para devolver sus préstamos, y de ayuda a las empresas que por falta de actividad no pueden hacer frente a sus pagos ni mantener sus inversiones.
Mejorar la reputación no es lo que nos mueve en esta crisis. La banca debe jugar un papel fundamental de apoyo a las familias
Nuestro papel es hacer de dique de contención para todas esas dificultades y resistir su empuje, pues de nuestra resistencia dependerá gran parte de la estabilidad de todo el sistema. Una resistencia que deberemos conjugar con toda la flexibilidad y la sensibilidad de la que seamos capaces, lo cual no es nada fácil.
La crisis sanitaria ha impulsado la operativa digital en toda la banca. ¿Estamos ante un antes y un después en la relación con el cliente?
La digitalización en nuestro sector era ya un proceso imparable antes de la crisis. En el caso de Bankinter, un proceso que viene de muchos años atrás. Gracias a ello, más de un 90% de nuestros clientes ya eran usuarios habituales de los canales digitales, bien en exclusiva o bien en combinación con los canales tradicionales. Aunque no cabe duda de que esta crisis va a acelerar esa dinámica que ya estaba en marcha.
No obstante, esos cambios hacia una mayor digitalización no implicarán una desaparición de las redes de oficinas, si acaso una reducción de su número y, sobre todo, una readaptación de sus funciones, que estarán enfocadas a labores de asesoramiento y de comercialización de productos de valor añadido y no tanto a tareas mecánicas o administrativas.
En el caso de Bankinter, ya habíamos hecho grandes avances en el pasado: el nivel de digitalización de nuestros clientes es superior a la media y nuestra red de oficinas es muy limitada en comparación con el resto y orientada en gran medida a esas nuevas funciones.
Los bancos tienen el mejor termómetro de la salud de las empresas a las que financia, ¿le preocupa la situación de pymes y micropymes?
Obviamente nos preocupa el impacto que la actual crisis va a tener sobre la situación económica en general y sobre la continuidad de las empresas. Está claro que las pymes son el eslabón más débil, lo que es relevante ya que de ellas depende una parte muy importante del empleo de este país.
Las pymes son el eslabón más débil, lo que es relevante ya que de ellas depende una parte muy importante del empleo de este país
Según su percepción, ¿se puede mejorar y agilizar la tramitación de los préstamos avalados por el ICO? Por otro lado, ¿esperan un repunte de la morosidad?
Bankinter se adhirió de forma inmediata a la concesión de las Líneas ICO con avales del Estado y hemos realizado importantes esfuerzos para llegar a las empresas en un momento de especial complejidad. De hecho, una de las medidas que hemos tomado ha sido crear una firma digital específica para cerrar este tipo de operaciones con mayor celeridad. Por tanto, desde Bankinter hemos actuado con gran rapidez y lo seguiremos haciendo.
En lo que se refiere a la morosidad, es difícil no esperar aumentos en futuros trimestres, dada la actual situación. Pero, por otro lado, en Bankinter tenemos una palanca esencial a la hora de afrontar este reto, como es una de las tasas de morosidad más bajas del sistema. A ello unimos una política de riesgos muy prudente que ahora nos va a permitir un cierto margen, necesario para poder estar al lado de las empresas en el momento en que más lo necesitan.
Es difícil no esperar aumentos de morosidad en futuros trimestres dada la actual situación
En alguna ocasión ha afirmado que le gustaría que una mujer llegase a la presidencia del Gobierno. ¿Hay algún aspecto del liderazgo femenino que crea que debe ponerse en valor en estos tiempos?
Creo que posiblemente hay dos cualidades que apoyan mi afirmación. La primera es la valentía y la segunda la ausencia de egoísmo. No es que sean exclusivas de la condición femenina, puesto que se da en hombres y mujeres, pero en situaciones límites aparecen con más naturalidad en la mujer.
Si se limitan las acciones de Gobierno a lo fácil y a lo que genera aplauso unánime, si el horizonte con el que se trabaja es el del próximo sondeo demoscópico o el de la próxima elección, si las metas a alcanzar son aquellas que me convienen egoístamente a mí y no a la población para la que supuestamente se trabaja, si creo que el conocimiento y la capacidad de decisión están sólo en mí, y se desprecia el efecto multiplicador que tiene incorporar en esta importante misión que tanto nos afecta a todos los miembros de la sociedad, entonces el fracaso está servido.
Creo que optar por situaciones antagónicas a las que acabo de describir se dan con más naturalidad en las mujeres líderes, que suelen disponer de valentía para optar con determinación por aquello que más convenga a todos los ciudadanos y no a ellas mismas, aunque eso cueste popularidad y la siguiente elección, a la que renunciarán con generosidad y sin muestra de egoísmo con mayor naturalidad.
¿Sería bueno para España que los dos grandes partidos alcanzaran un acuerdo para la reconstrucción del país?
Por supuesto. No es que sea bueno; es que es absolutamente necesario. Para avanzar en el objetivo común de salvar esta crisis sanitaria y humanitaria y de anticipar cuanto antes la recuperación económica, tanto políticos como empresarios y ciudadanos debemos aunar esfuerzos e implicarnos para superar este gigantesco reto. Es el momento de la colaboración, no del enfrentamiento.
Políticos, empresarios y ciudadanos debemos aunar esfuerzos e implicarnos para superar este gigantesco reto
Por eso considero muy necesario que los representantes políticos sean capaces de alcanzar un acuerdo sobre el que construir soluciones efectivas para hacer frente a esta emergencia, atendiendo a la salud de nuestros ciudadanos, a las necesidades de las familias más vulnerables y, finalmente, a las empresas, pues de su retorno a la actividad y de su capacidad para volver a invertir dependerá el que salgamos más rápido o más despacio de esta crisis.
La banca ha sido un servicio esencial durante la crisis. ¿Cómo ha afrontado Bankinter el reto de proteger la salud de empleados y clientes y cómo será su proceso de desescalada?
Desde el primer momento tuve claro que la prioridad de Bankinter debía ser garantizar la salud de nuestros empleados, conservar el empleo de la plantilla y mantener los máximos niveles de calidad de servicio. Son compromisos que asumí en primera persona en mi discurso ante la Junta de Accionistas.
Durante este tiempo hemos realizado ingentes esfuerzos para estar cerca de nuestros clientes, para asesorarles y para facilitar su financiación, haciendo todo lo posible por respaldar a las familias y a las empresas en estos momentos complicados.
Y esto lo hemos hecho garantizando la seguridad sanitaria en nuestras oficinas y centros, buscando un equilibrio entre el trabajo presencial, necesario para seguir dando servicio en la Red, y el trabajo en remoto. Más de 5.000 empleados, de los cerca de 6.000 que componen la plantilla, están teletrabajando desde los primeros días sin apenas incidencias, lo que da idea de la solidez de nuestros sistemas.
En cuanto a la vuelta a la normalidad, estamos ultimando un plan para una apertura gradual de oficinas, aunque hemos mantenido abiertas en torno a la mitad de las sucursales, así como para el retorno de algunos empleados de Servicios Centrales. Este plan contempla como prioridad proteger la salud de empleados y clientes y se adaptará a las circunstancias de cada momento.