El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este sábado que se está trabajando a nivel europeo en la reactivación del turismo y la apertura de las rutas aéreas con el objetivo de dar una respuesta conjunta ante la crisis del coronavirus.
"Estamos trabajando a nivel europeo a ver de qué manera podemos, salvaguardando la salud pública, empezar a reabrir en la medida de nuestras posibilidades las rutas aéreas con precaución, prudencia y, lógicamente, al amparo de una respuesta europea", ha remarcado en rueda de prensa desde la Moncloa.
Sus palabras contrastan con las declaraciones que poco antes realizaba el ministro de Sanidad, Salvador Illa, como el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, apuntando en sus comparecencias públicas que España tomará "las decisiones que tenga que adoptar" si finalmente no se consigue un acuerdo a nivel europeo de movilidad aérea que garantice la seguridad sanitaria ante la crisis del coronavirus.
Sus propias condiciones
En este sentido, Ábalos avisó de que España adoptaría "sus propias condiciones" en cuanto a conectividad aérea si la Unión Europea no regula "con prontitud" en esta materia.
En este sentido, y según fuentes consultadas por la agencia EFE, el Ejecutivo estaría estudiando las condiciones de llegada de esos vuelos desde países del espacio Schengen, incluyendo la posibilidad de cuarentenas para los viajeros recién aterrizados.
El Gobierno también planea medidas de seguridad en los aviones, que en los próximos días se publicarían en el Boletín Oficial del Estado. El uso de mascarillas y la separación entre los asientos será clave en este sentido, aunque por lo general, las aerolíneas comenzarán a recuperar frecuencias, como pronto, a finales de junio o principios de julio en España.
Los planes de seguridad en los vuelos se han acelerado después de que la aerolínea alemana Lufthansa anunciara ayer que volará a Mallorca a partir del 1 de junio. Recuerdan que la pandemia llevó a fijar limitaciones en la entrada al espacio Schengen desde terceros países, pero no ha cerrado las fronteras interiores del espacio Schengen, al margen de las restricciones formales aplicadas a Italia, aunque de facto los vuelos han caído de forma drástica por la falta de demanda.
Las propias empresas de transporte también están tomando ya sus propios planes de seguridad frente a la desescalada.
Baleària, por ejemplo, medirá a partir del próximo lunes 11 de mayo la temperatura a todos los pasajeros y conductores de camiones antes de embarcar en alguno de sus buques.