El presidente de la república francesa, Emmanuel Macron, ha anunciado este martes un plan de ayudas de hasta 8.000 millones de euros para la industria automovilística del país.
El Ejecutivo francés lanza de esta manera un mensaje claro en mitad de la incertidumbre que azota el sector de apuesta por la industria automovilística nacional, donde los grupos Renault y PSA son de los principales en el ámbito mundial.
La piedra angular de este plan es el coche eléctrico. Macron ha declarado que 7.000 de los 8.000 millones irán destinados a liderar la producción de vehículos eléctricos en Europa en los próximos cinco años. De hecho, Renault se ha comprometido ante el presidente francés a triplicar la producción de estos coches en los próximos años.
Los otros mil irán destinados al fomento de la demanda con ayudas a la compra de vehículos eléctricos o híbridos, además de subvenciones para la modernización de cadenas de producción para que se adapten a la fabricación de coches ecológicos.
El objetivo del plan pasa por "asegurar los puestos de trabajo y seguir aportando valor añadido a las plantas de producción en Francia", ha explicado Macron. "Todo esto es posible gracias al compromiso de los trabajadores, por supuesto, y quiero dar las gracias a todos ellos y a sus representantes; sois los que mantenéis estos centros de producción todo ello a través del diálogo social", ha declarado.
En España, solo un plan
Hace tan solo cuatro días, el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, lamentó la grave situación que vive la compañía automovilística Renault debido a la crisis del coronavirus y llegó a asegurar que "se juega la supervivencia" y "puede desaparecer".
Mientras el presidente francés ha anunciado un plan de 8.000 millones aquí en España la ministra de Comercio, Industria y Turismo, Reyes Maroto, lucha por mantener la planta de Nissan en su actual ubicación de Barcelona y anuncia que la factoría "tiene futuro" aquí.
Reyes Maroto explicó recientemente que el Gobierno trabaja junto con la dirección de la compañía japonesa en un plan de inversiones para garantizar la viabilidad de sus plantas ubicadas en territorio nacional.
Mientras, sus cerca de 4.000 empleados mantienen una huelga indefinida desde el 4 de mayor para luchar "hasta el final" por lograr un plan industrial para la planta.
España es el segundo productor europeo de vehículos, con un peso en torno al 10% del PIB nacional y más de 60.000 empleos directos que ascienden a 350.000 con los indirectos.
Por ahora, tan solo la mitad de estos 60.000 trabajadores han vuelto a sus puestos en las factorías que PSA, Renault, Seat, Volkswagen, Mercades-Benz, Ford e Iveco tienen instaladas en España.