La demanda peninsular de electricidad prosigue su recuperación de la mano del avance de la desescalada ante la crisis sanitaria del Covid-19 y repuntó un 2,6% la semana pasada, en la que todo el territorio nacional entró ya, como mínimo, en la fase 1.
En concreto, el consumo eléctrico entre el 25 y el 31 de mayo, semana en la que accedieron a la fase 1 de la desescalada los territorios que seguían en la 0, entre ellos la Comunidad de Madrid y Barcelona metropolitana, se situó en los 4.136 gigavatios hora (GWh), frente a los 4.030 GWh de la semana anterior.
No obstante, on respecto a la misma semana del año anterior, la demanda peninsular de electricidad sigue manteniéndose en unos niveles todavía alejados, siendo un 9,6% inferior, según datos de Red Eléctrica de España (REE).
Durante los últimos siete días, las renovables generaron más de la mitad de la producción por sexta semana consecutiva, con la eólica aportando el 22,6%. Le siguieron la nuclear (17%), los ciclos combinados (15,2%) y la hidráulica (12,7%).
Arranca la semana con descenso
Este lunes, la demanda de energía eléctrica en la Península Ibérica arrancaba ligeramente a la baja. Así, con respecto al pasado lunes, el consumo de electricidad retrocedía un 1,2%.
Esta semana se incrementan en España las regiones que entran ya en fase 2 y algunas, como en algunos territorios insulares, entran en fase 3 de desescalada.
En concreto, a las 11.00 horas el consumo peninsular de electricidad se situaba en los 27.885 megavatios (MW), frente a los 28.226 MW del pasado 25 de mayo, según datos del operador del sistema consultados por Europa Press.
La demanda eléctrica es uno de los principales termómetros para medir la actividad de una economía y se comporta a la baja con los cierres en sectores como los servicios o la industria, a pesar del traslado de consumo al doméstico por el teletrabajo.