Andalucía experimentará a lo largo del año una caída de su Producto Interior Bruto (PIB) del 10,4% y perderá un 10,3% de empleo que supondrá 322.000 ocupados menos. 

Así lo ha cifrado el consejero de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad de la Junta de Andalucía, Rogelio Velasco. En comisión parlamentaria, ha subrayado las "profundas" consecuencias negativas que ha traído la paralización de la actividad. 

Con ello, Andalucía registró en el primer trimestre del año una caída del PIB de 4,3% en términos interanuales. La cifra, la mayor caída de la serie histórica, contrasta con las previsiones de crecimiento previo a la pandemia. 

El titular andaluz de Economía ha recordado que estimaban un crecimiento del PIB andaluz del 1,5%. Ha asociado los malos datos a la incidencia de la crisis en el entorno internacional y su repercusión en las exportaciones andaluzas. 

La pérdida de producción de los sectores ha tenido su traslación al empleo dañando el tejido productivo nacional y andaluz. Con ello, ha expuesto que el impacto en el PIB dependerá de lo "gravemente" afectado que quede el tejido productivo de Andalucía.

El turismo como motor económico

Las medidas restrictivas de movilidad ha provocado que el turismo, motor clave en la economía andaluza, haya quedado herido de gravedad. Ante la apertura de la movilidad, Rogelio Velasco ha deseado que la economía avance con el turismo y con previsiones más optimistas. 

"Las cifras son desastrosas, llegarán a nuestro entorno y cambiará el falso optimismo que se tiene", ha advertido. Ante ello, ha apostado por dar confianza al consumidor e impulsar políticas públicas para el tejido productivo. 

El consejero andaluz ha pronosticado que "saldremos de esta situación más pronto que tarde" para lo que ha abogado por la transformación digital, ayudas a proyectos de I+D+i o la modernización del pequeño comercio, entre otros.