El proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) que tramita el Congreso es demasiado "optimista" y además, no debería contemplar subidas de impuestos como el IVA, según el Fondo Monterario Internacional (FMI). El organismo con sede en Washington ha presentado este viernes su informe Spain 2020: Article IV Consulation en el que repasa al detalle la economía española y recuerda sus debilidades.
En el documento, los expertos que analizan la situación del país consideran que los fondos europeos no conseguirán tener el efecto catalizador que ha prometido el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
"La perspectiva macroeconómica en la que sustenta el proyecto de Presupuestos del Gobierno es optimista. El Gobierno proyecta una recuperación de la actividad de alrededor del 10% en 2021, en comparación con el alrededor del 7% proyectado por el FMI", explica el documento.
Las discrepancias surgen principalmente del uso de Fondos de la Unión Europea, ya que mientras que los economistas del Fondo le otorgan una capacidad de absorción más lenta de la prometida por el Ministerio de Economía.
Mientras que el Departamento de Nadia Calviño confía en que con esos fondos se podrá absorber el 2,2% del PIB y lograr un impacto multiplicador de alrededor de 1,2, el Fondo cree que el multiplicador promedio será del 0,8%. Es decir, que la inversión que se realice con esos fondos no conseguirá impulsar la economía con la fuerza estimada por el Ejecutivo.
Sin embargo, más allá del impacto de las ayudas de la UE, lo importante para determinar cómo será la recuperación económica es conocer cómo evoluciona la pandemia, recuerda el FMI, que advierte que si el PIB no crece en el cuarto trimestre con la fuerza prometida, será más complicada la recuperación proyectada para 2021.
No obstante, los economistas de Washington ven un 'brote verde' en el trimestre en el que se realizó la desescalada en España.
"El repunte de España en el tercer trimestre superó las expectativas, preparando el escenario para una contracción menor en 2020 que la proyectada" por el FMI.
Hay que recordar que el crecimiento intertrimestral en esos meses fue del 16,7%, pero si se compara con un año antes, la caída alcanza el 8,7%.
La recuperación frente a los meses de entre abril y junio se asentó en el consumo y la inversión privada y eso se tradujo también en una mejora en las horas efectivas trabajadas, que se recuperaron al aumentar alrededor de un 25% con respecto al trimestre anterior.
Con todo esto, la situación del mercado laboral preocupa al FMI que ha dedicado un artículo separado a revisar este asunto. En el documento principal de la revisión publicada hoy también recuerda que la tasa de paro ha superado el 16,3%, frente al 15,3% del segundo trimestre de 2020.
Déficit e impuestos
El hecho de que el FMI considere "optimista" la evolución económica trazada por el Ejecutivo hace que también presten atención al déficit prometido por el Gobierno para 2021 del 3,6% gracias a una "previsión de ingresos más sólida y un plan de gastos más expansivo".
En todo caso, los economistas destacan que una vez se supere la pandemia, será necesario abordar la consolidación fiscal que España ya tenía pendiente desde hace años.
En este momento, tal y como están las cosas, el organismo desaconseja subidas de impuestos y no cree acertado subir tributos como el diésel o el IVA porque con ellas se penaliza a las rentas más bajas.
Además, recuerda que habrá que profundizar en una reforma del mercado laboral para reducir la dualidad entre los trabajadores, pero también las diferencias salariales que dan lugar a la desigualdad y que no se han enfocado de la forma adecuada con las subidas del SMI no vinculadas a la productividad.
También destaca que España debe seguir trabajando por reducir la brecha que separa a los hombres y las mujeres en el mercado laboral con una política que fortalezca la corresponsabilidad en el hogar.
Sin control de la pandemia
En todo caso, mientras la pandemia siga sin estar controlada, el FMI considera vital que el Gobierno se centre en mantener los estímulos para sostener a las empresas y a los trabajadores que no pueden trabajar como consecuencia de las restricciones que son necesarias para controlar el frente sanitario.
En ese sentido, valora de forma positiva medidas como los ERTE que han servido para sostener el mercado laboral. También destaca que gracias a la "fortaleza del sector financiero" este país ha podido dar una mejor respuesta a la crisis en el frente económico.
El FMI recuerda en su informe que España experimentó la “mayor contracción” de las economías avanzadas mundiales en la primera mitad del año con un hundimiento del 12,8%. “La magnitud de la caída refleja la escala de la propagación infecciosa, que requirió medidas estrictas de bloqueo”, pero también las “características estructurales” de la economía del país. Entre ellas, destaca la dependencia del turismo, pero también el alto número de pymes.
El organismo también hace una alusión al alto coste que ha tenido la pandemia para España en materia de pérdida de vidas y de desempleo. Con este contexto, advierte que la recuperación proyectada para los próximos años está repleta de "riesgos e incertidumbre".