El Tesoro español realizará unas emisiones brutas de deuda (que incluyen las amortizaciones) de 289.138 millones de euros este año, un dato histórico y un 4,4% superior al registrado el pasado ejercicio. El objetivo es cubrir los vencimientos de deuda y emplear 100.000 millones netos para financiar el déficit que generarán las medidas contra la crisis del coronavirus.
Tal y como adelantó la ministra de Economía, Nadia Calviño, esa emisión de deuda neta de 100.000 millones supone rebajar en 10.000 millones la previsión inicial de 110.000 millones recogida en los Presupuestos de 2020. La cifra es, además, un 9% inferior a la del año pasado.
Durante la presentación de la Estrategia de Financiación del Tesoro para 2021, el secretario general del Tesoro y Financiación Internacional, Carlos San Basilio, ha explicado que esta reducción en la previsión se revisará en verano para fijar los objetivos de cara a fin de año según evolucionen las necesidades de financiación.
Y aquí tendrá mucho que ver el impacto de los fondos europeos que llegarán a España para poner en marcha la recuperación. Aunque San Basilio ha dejado claro que "la estrategia de emisiones no va a depender de los fondos que se reciban de Europa", sí reconoce que "es fundamental el efecto del plan de recuperación y resilencia que se orientará a incrementar el crecimiento potencial de nuestra economía".
En este sentido, explica que los Presupuestos para 2021 ya consideran que si se moviliza la totalidad de los 27.000 millones de euros que le corresponden a España, el Estado sería capaz de asumirlos con las emisiones, "por lo que no tendremos problemas para encajar las necesidades que se generen por la puesta en marcha del fondo de recuperación". De hecho, el Gobierno ya ha presupuestado los 7.000 millones de euros correspondientes al primer anticipo de estos fondos.
Pese a esos nuevos 100.000 millones de euros de emisión neta que se pondrán en circulación en 2021, el Tesoro prevé que la ratio de deuda pública se relaje por fin ligeramente, alcanzando el 117,4% del PIB este año, según las previsiones. San Basilio explica que esta estabilización se producirá porque el mayor déficit derivado de las medidas frente a la crisis se destinará a partidas que generarán un mayor crecimiento.
Bono verde
El Tesoro también ha anunciado su intención de lanzar, previsiblemente en el tercer trimestre del año, su primer bono verde, con una referencia a 20 años. Sería una primera sindicación a la que posteriormente se daría liquidez mediante subastas "para que vaya cogiendo los niveles de liquidez del resto de los bonos del Estado".
Tal y como ha indicado San Basilio, "los bonos verdes ya no son un producto de nicho o especializados, sino interesantes para grandes inversores que quieren liquidez".
Según las estimaciones del Tesoro, esta emisión verde se situaría entre 5.000 y 10.000 millones de euros. "Será relevante coordinar el momento de salida con la actividad de otros emisores importantes de este tipo de bonos, especialmente con los más activos como lo será la Comisión", explica San Basilio.
Aunque el Tesoro ya trabaja activamente con una entidad que está ayudando al organismo a llevar a cabo esta emisión, no se prevé que esta se produzca antes de verano. En caso de que las condiciones del mercado lo permitan y finalmente si se pueda llevar a cabo en junio, el Tesoro tendría tiempo suficiente para realizar otra subasta similar en diciembre.
Respecto al posible interés del bono verde, San Basilio estima que los niveles de rentabilidad estarán muy alineados con los de la deuda 'tradicional'. "Históricamente había un sobrecoste para este tipo de deuda porque eran bonos menos líquidos, pero eso ahora ya no es así, por lo que se puede ir incluso por debajo del bono nominal", explica.
Un 2020 'excepcional'
La cifra se produce tras un 2020 calificado como "excepcional" por el Tesoro. Con la crisis del coronavirus como telón de fondo, y el aumento del gasto público para hacer frente a su impacto en familias y empresas, el objetivo de emisión fue de 196.504 millones en términos brutos (32.500 millones netos), cifra que se aumentó en mayo hasta 297.657 millones brutos (130.000 millones netos).
Posteriormente, en octubre, el volumen de financiación se redujo en 15.000 millones, lo que dejó las emisiones netas en 115.000 millones. Finalmente, en noviembre, se anunció una nueva reducción, en este caso de 5.000 millones, dejando finalmente la emisión total en 110.000 millones.
San Basilio ha querido destacar el notable descenso en el coste medio de la deuda, que ha pasado del 0,23% al 0,18%, acelerando el ritmo del coste de la deuda en circulación, bajando del 2,19% al 1,86%, siendo compatible con un alargamiento de la vida media que, según ha explicado, seguirá la tendencia este 2021, aunque de forma moderada. En concreto, pasando de 7,75 a 7,8.