El Banco Central Europeo (BCE) ha rechazado la idea de que las autoridades supervisoras tengan a su disposición poderes legales extraordinarios que las faculten para impedir los bancos abonen dividendos en caso de necesidad, según ha asegurado el presidente del Consejo de Supervisión del BCE, Andrea Enria.
En respuesta a una carta enviada por los eurodiputados Ernest Urtasun y Sven Giegold, Enria ha subrayado que no apoya la creación de estos "poderes discrecionales" en este momento, ya que implica riesgos tanto para la estabilidad financiera como para la integración bancaria y de mercados de capitales en Europa.
Debido a la crisis del Covid-19, el BCE restringió y luego limitó el pago de dividendos y los programas de recompra de acciones. No obstante, Enria ha asegurado que las recomendaciones del BCE "no son actos legalmente vinculantes" y que depende de los gestores de los bancos decidir si los aceptan o no.
Respuestas nacionales
"Los beneficios de aprobar nuevos poderes vinculantes para restringir las distribuciones necesitan ser basculados adecuadamente frente a los posibles inconvenientes", ha alertado Enria, que considera que dar nuevos poderes a los reguladores para imponer restricciones podría ser una señal de que las restricciones podrían ocurrir más a menudo en el futuro.
Además, en caso de que esos poderes sean para las autoridades de supervisión nacionales, eso supondría un nuevo freno al proceso de integración bancaria de Europa. "Las diferentes respuestas nacionales también contribuyen a la complejidad del panorama prudencial en la UE, en el que los bancos todavía tienen que navegar a través de una amalgama de reglas nacionales", ha indicado Enria.
"Aunque no veo una clara y acuciante necesidad de equipar a las autoridades supervisoras nacionales con el poder de imponer restricciones legalmente vinculantes, sí veo un riesgo de empezar un proceso legislativo que podría llevar a más restricciones en la transferibilidad de recursos intragrupo impuestas a nivel nacional en futuras crisis", ha apostillado el máximo supervisor bancario de la zona euro.