El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este jueves que la economía española no inició la recuperación en el primer trimestre del año. Los datos de la Contabilidad Nacional han mitigado en una décima, hasta el 0,4%, la caída del PIB en esos meses en los que la evolución de la Covid-19 obligó a retrasar la apertura de muchas actividades económicas y Filomena puso la puntilla.
En términos interanuales, el descenso del PIB entre enero y marzo fue del 4,2%, también una décima menos de lo pronosticado hasta la fecha. Sin embargo, esta leve mejora se ha producido al incorporar más datos sobre el mes de marzo, en el que la actividad habría mejorado.
Con esto, España cumplió un año de pandemia con el consumo de los hogares y un sector vital, como es el de la construcción, en negativo y una caída de las exportaciones. Como novedad, el gasto de las Administraciones Públicas experimentó una ligera caída frente al trimestre anterior (no en datos interanuales, con un aumento del 3,2%).
Menos horas trabajadas
Las horas trabajadas -que son un buen indicador para medir el pulso económico- experimentaron una caída del 3,6% interanual, lo que con todo, supone una tasa 2,5 puntos superior a la de finales de 2020. Los puestos equivalentes a tiempo completo bajaron un 1,9% frente al mismo periodo de 2020 (pero fueron 3,3 puntos más que en el trimestre anterior). Esto supone un descenso de 343.000 en un año.
No obstante, si se comparan los datos con el trimestre anterior, la evolución es positiva, con un aumento del 1,4% en el empleo.
La tasa interanual de remuneración de los asalariados fue negativa (-2,8%), aunque mejora frente al trimestre anterior. La productividad no ayudó, con una variación del -0,6% por hora efectivamente trabajada.
Punto de inflexión
Desde hace ya cinco trimestres, la economía está completamente ligada a las restricciones sanitarias para combatir la pandemia. En este sentido, el avance de la vacunación y el fin de la tercera ola habrían empezado a impulsar el PIB en el segundo trimestre, pese a los efectos de la cuarta oleada de Covid -menos dura que la anterior-.
Según las últimas proyecciones del Banco de España, la economía española cerrará el periodo abril-junio con un avance del 2,2%.
El primer trimestre podría marcar, así, un punto de inflexión en la recuperación, después de que el PIB se desplomara otro 8,9% en la recta final del pasado año, en el que la economía española sufrió la peor caída de su historia.
Menos gasto de los hogares
Los datos publicados este jueves por el INE muestran la contribución negativa al PIB de la demanda nacional -con -2,2 puntos-. También la demanda externa aportó un dato negativo -de dos puntos-. En todo caso, se trata de cuatro puntos y siete décimas más que en el trimestre anterior respectivamente.
Ante la gran nevada de Filomena y el avance de casos de Covid-19, los hogares españoles se apretaron el cinturón. El gasto en consumo final de los hogares experimentó una variación del -3,5% frente a un año antes, aunque la tasa es 5,9 puntos superior a la del trimestre anterior.
Las Administraciones Públicas siguieron tirando del consumo con un crecimiento del 3,2%. Sin embargo, en este caso, sí hay una caída frente al trimestre precedente del 1,3%.
Inversión, exportaciones y sectores
La inversión en activos fijos materiales cayó un 3,9% interanual. Dentro de este apartado, 'viviendas y otros edificios y construcciones' no ayudó a mejorar los datos, aunque avanzó en 0,8 puntos (hasta el -10.7%), mientras que en maquinaria, bienes de equipo y sistemas de armamento creció en 10,4 puntos (hasta +6,2%, frente al dato negativo de -4,2% del trimestre anterior).
Por su parte, las exportaciones se desplomaron un 1,4% en un contexto internacional complicado por los efectos de la tercera ola en los mercados importantes para España.
Por sectores, la construcción y los servicios perdieron actividad, mientras que la agricultura siguió al alza. También la industria manufacturera mostró una evolución positiva frente al trimestre precedente.