Tras más de un año de 'ahorro forzoso', las familias han vuelto a consumir, lo que está propiciando un rebote económico que permitirá a España crecer este año un 6,3%, según Funcas. Sin embargo, el próximo año, ese impulso se irá diluyendo y el crecimiento será del 5,8%.
Con estas nuevas previsiones, el centro de divulgación ligado a la CECA elevado en tres décimas las previsiones económicas para 2021 que lanzó en mayo y ha reducido en cuatro décimas el crecimiento que espera para 2022.
Se trata de un cambio en las expectativas, que se sitúa en línea con el que hizo la Comisión Europea la pasada semana, y que supone una advertencia de la necesidad de emprender reformas estructurales para impulsar la recuperación de forma sostenida.
En este momento, "lo que mantiene la onda expansiva del crecimiento es el rebote respecto a la pandemia, pero más allá de 2022 el efecto habrá desaparecido. Lo puede mantener los fondos europeos y el propio funcionamiento de la economía. Por ello, es importante que se vaya generando un círculo virtuoso de generación de riqueza, con más demanda, creación de empleo y más actividad", ha explicado el director de coyuntura de Funcas, Raymond Torres, en una rueda de prensa.
Quinta ola y turismo
La recuperación convive con algunas amenazas, una muy importante, es la 'variante delta' que puede trastrocar los planes para la temporada turística de este verano.
De hecho, el think tank reconoce haber puesto coto a su mayor optimismo económico para 2021 por el impacto que la quinta ola va a tener en el turismo. De no ser por el avance de los contagios, el año podría aspirar a cerrar con un crecimiento tres décimas superior al anunciado este martes (en un eventual 6,6%).
Según las previsiones de Funcas, el turismo se situará en este trimestre en el 40% de lo que era en 2019, subirá al 50% en el último trimestre de 2021 y después, se irá recuperando de manera paulatina hasta alcanzar un 85% de los flujos prepandemia todavía en el verano de 2022.
España, vulnerable
La dependencia de la interacción social y la movilidad de nuestra economía es una vulnerabilidad, pero no es la única.
Como ha recordado el director general de Funcas, Carlos Ocaña, "la economía española se enfrenta al riesgo de cronificación del déficit y el desempleo", algo que debe servir como recordatorio de "la urgencia de acometer reformas".
Según las previsiones de Funcas, el déficit público permanecerá estancado en el 4,5% del PIB hasta 2027. Y a finales de ese año, la tasa de paro estará todavía en el 9,8% del PIB. Se trata de dos puntos más de la que presenta la media europea en 2020 o, lo que es lo mismo, "faltan 1,4 millones de puestos de trabajo para cerrar el déficit de empleo respecto a la media europea".
"La tasa de desempleo en España cuadruplica a la alemana. Esto complica mantener un sistema de bienestar similar. Urge poner en marcha las reformas sugeridas en el Plan de recuperación", ha advertido Ocaña.
Estas reformas podrían tener un impacto en el crecimiento potencial del PIB, que en este momento se sitúa en el 1,5% anual en el medio y largo plazo. Pero para ello, hace falta traducir "ese crecimiento en inversiones transformadoras del modelo productivo", ha explicado Torres.