El rector de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), José Ignacio García Pérez, defiende a capa y espada una Universidad que esté vinculada con las demandas del mercado laboral y de las Administraciones públicas.
En el ecuador de su mandato, nos recibe en su despacho en la sede en Sevilla. El rector de la Universidad especializada en posgrado considera que la financiación de la Academia debería estar vinculada a unos incentivos.
La UNIA cada año ofrece nuevas formaciones que parecen estar en sintonía con las demandas del mercado laboral. ¿Cómo recogéis esas sensibilidades?
Para ello encargamos el Observatorio de los perfiles profesionales, queríamos reenfocar nuestra oferta. Queríamos saber qué se iba a demandar en Andalucía, España y el resto del mundo, sobre todo con énfasis en Iberoamérica, que es donde está nuestro campo principal de internacionalización.
¿Qué os ha indicado el Observatorio? ¿Qué perfiles profesionales tienen demanda en la actualidad?
Hay mucha demanda de personal especializado en el sector sociosanitario, de atención a los mayores y de cuidado de la salud. También en digitalización, pero no solo el informático, sino también en economistas, ingenieros, matemáticos y en estadísticas que, por ejemplo, estén especializados en el manejo de información. Por ello, hemos montado nuestro máster en Big Data, va por su segunda edición totalmente online. Está enfocado al sector profesional. También hemos montado el máster en Digitalización de los Procesos Industriales, que es nuestra estrella este año. Es el primer máster dual que hay en Andalucía.
Hay mucha demanda en el sector sociosanitario y de atención a los mayores
¿Cómo ha sido la acogida?
El máster tiene muy poquitas plazas porque es como lo queremos. Cada alumno va a una empresa donde desarrolla la mitad de su formación. No es un máster de masa, tiene en torno a 15 plazas. Vamos a ir ampliándolo poco a poco conforme vayamos incorporando empresas.
¿Qué empresas colaboran con esta formación?
Endesa, Iberdrola, Covirán, Lactalis, Puleva, Everis, Aertec o Supermercados Mas son algunas. Todas colaboran en la formación directa: no son prácticas, van allí a formarse. Un trabajador de esa empresa se convierte en el tutor del alumno y le acompaña durante cuatro meses aprendiendo en el proceso de digitalización que ha desarrollado. Son todas grandes empresas, básicamente que ya están digitalizadas. Queremos que los alumnos aprendan cómo han digitalizado sus procesos para que cuando vayan a otra, sobre todo a pymes, implanten lo aprendido.
Los alumnos recibirán el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
La formación dual tiene como requisito que el alumno se está formando, pero está también aportando valor a la empresa. Por tanto, la empresa tiene que corresponder con una nómina y con un salario. Puede llegar al salario mínimo si el alumno está a tiempo completo. Como el alumno también está estudiando aquí, lo que hacemos es pagarle la parte proporcional a las horas que está en la empresa.
¿Cada cuánto tiempo se le va a tomar el pulso a la oferta del mercado laboral?
Pretendemos hacer un Observatorio cada año. De hecho, en 2021 dedicaremos uno a la Formación Dual en Europa y otro nuevo sobre las ocupaciones concretas que se demandan y las habilidades y competencias. En los másteres no tenemos solo asignaturas de matemáticas, estadísticas o programación sino que cada una de esas asignaturas tiene que darle al alumnado competencias concretas. Por ejemplo, de trabajo en grupo o presentación en público.
Una crítica generalizada a la Universidad es que está alejada de la realidad de las profesiones.
Hemos hecho un nuevo plan estratégico que aprobamos en verano y dice que esta es una universidad innovadora, flexible y de calidad, en contacto permanente con la sociedad, con el resto de universidades y con el resto del mundo. Básicamente buscamos ser útiles según lo que demande el mercado y lo que necesite la administración pública. Nos van a llegar en torno a 6.000 millones de euros al año de fondos europeos a Andalucía y necesitamos profesionales que sepan gestionarlo. No solamente en la administración pública, también en las empresas. Necesitamos técnicos que sepan documentar los fondos europeos, solicitarlos, evaluarlos y llevarlos a término. También estamos trabajando mucho con la Consejería de Salud, formando a gerentes, formando posiblemente en un futuro a enfermeras en cuidados paliativos. Muchos de estos temas son demandas concretas de la administración pública o de las empresas.
Necesitamos técnicos que sepan documentar los fondos europeos, solicitarlos, evaluarlos y llevarlos a término.
En el Observatorio se recogen perfiles profesionales demandados por el mercado laboral y, además, se hace referencia a las habilidades de puedan tener los alumnos. ¿Cómo se pueden incorporar a la formación?
Innova es un programa piloto que hicimos en septiembre con 30 alumnos. En este curso 2021-2022 pondremos en funcionamiento el programa UNIA Innova para todos nuestros alumnos de Máster Oficial. Un alumno de análisis histórico humanista, uno de biotecnología, de actividad física o de economía y finanzas, a todos les vamos a dar unas competencias transversales que son las detectadas en el informe. Estas competencias pueden ser el trabajo en grupo o el manejo de datos, por ejemplo, que es fundamental ahora mismo para todas las profesiones. No podemos pensar en un humanista que no maneje datos de series temporales de consumo de electricidad en los últimos 50 años. Necesitamos saber gestionar bases de datos, programas informáticos y estadísticos básicos.
¿Se ofrece como formación complementaria a vuestros estudios o cualquier interesado puede inscribirse?
Es un valor añadido que le queremos dar a nuestros alumnos. Es un programa que se ofrece de manera gratuita a los alumnos de nuestros programas de máster oficial. Queremos decir, si quieres esta formación tienes que matricularte en la UNIA.
¿Cómo ha afectado la pandemia a la Universidad Internacional de Andalucía? ¿Se ha notado en el porcentaje de estudiantes extranjeros?
Siempre pensé que el año pasado íbamos a tener una caída notable de alumnos internacionales que no podrían venir. Sin embargo, reaccionamos rápido y cambiamos nuestro sistema de becas. Hasta el año 2019 eran becas presenciales para venir a nuestras residencias, se mantuvo para los que podían venir y para los alumnos españoles, obviamente. Pero también pusimos un programa nuevo que se llamaba Unidad Digital, que eran becas que le ofrecían a los alumnos dinero para comprar un portátil si lo necesitaban o para pagar el internet en sus países de origen. Por lo tanto, tuvimos más alumnos peruanos, chilenos, colombianos o argentinos que nunca. El éxito fue brutal porque hemos pasado de en torno a un 33% por ciento de alumnos internacionales, uno de cada tres, a casi un 46%. De este curso aún no hay datos, pero yo espero que este año haya más alumnos nacionales porque se podrán desplazar, pero en porcentaje de alumnos de la internacionalización yo creo que estará en torno al 40%.
¿Cuál es vuestro siguiente reto en esta materia? ¿Tal vez que uno de cada dos estudiantes sea extranjero?
En términos numéricos y en materia de internacionalización queremos llegar a más países. En Iberoamérica llegamos a casi todos gracias al Grupo La Rábida. Es un grupo de 80 universidades que presido como rector de la UNIA, diez son andaluzas y 70, iberoamericanas. Hay todavía países donde tenemos una presencia pobre como son los de Centroamérica.
Nuestro objetivo es crecer también en el Magreb. La UNIA siempre ha estado muy presente en esta zona, pero por circunstancias derivadas de la crisis de 2009 se decidió cerrar las operaciones que teníamos y ahora las estamos retomando. Queremos seguir teniendo más alumnos marroquíes, argelinos, tunecinos o egipcios.
¿Os ha afectado la tensa situación con Marruecos de los últimos años?
Desgraciadamente sí. Los proyectos que estaban en marcha en el año 2020 podríamos decir que están en stand by. Es una gran noticia que vayamos a celebrar unas jornadas próximamente después de un año y pico intentando que todo se ponga en marcha, pero siempre con muchas dificultades.
De lo internacional a lo local, vuestros títulos se desarrollan en diferentes puntos de la geografía andaluza. Tenéis uno en el Polo Químico de Huelva y otro en Jaén especializado en el aceite de oliva.
El mandato que tiene esta Universidad es ser un instrumento al servicio de la comunidad universitaria andaluza. Casi todo lo que podemos, lo hacemos de manera interuniversitaria y al servicio de la sociedad andaluza. Es la Universidad Internacional de Andalucía por Estatuto y por misión. Y por convencimiento también. Nuestro principal campo de actuación es Andalucía.
Somos un instrumento para el Sistema Público Universitario de Andalucía (SUPA). En nuestro Patronato están presentes los nueve rectores andaluces. Además de mí, el Patronato lo preside el consejero de Economía y Universidades, Rogelio Velasco, pero los nueve rectores andaluces son miembros y están presentes en el diseño al máximo nivel de la política de esta casa.
¿Por qué la sociedad andaluza necesita una Universidad especializada en posgrados?
Hay proyectos singulares y especiales, que tienen características propias como la formación dual. No se pueden hacer desde una universidad solamente o desde una universidad estándar más grande donde hay 50 programas de máster. Hay circunstancias que hacen que sea muy difícil echar a andar un proyecto como la formación dual. Nosotros lo hacemos de la mano del resto de universidades en el Máster de Transformación Digital. Se hace con Almería, con Granada y con Málaga, y estamos en uno nuevo que todavía no está acreditado y por tanto no puedo dar noticias. Sería, si todo sale bien, con Cádiz y Sevilla. Hacemos de correa de transmisión, engrasamos la rueda y coordinamos a profesores de otras universidades. Si Endesa necesita una formación es más fácil que venga aquí y nosotros le montamos la formación a demanda que ir a una universidad estándar que tiene unos procedimientos más largos porque básicamente están en otras cosas, que son igual de importantes o más. Aquí no hay investigación como tal y, por tanto, todos nuestros esfuerzos están dedicados a diseñar proyectos singulares.
Si Endesa necesita una formación es más fácil que venga aquí
Al ser una Universidad sin grados, solo especializada en posgrado, ¿os permite agilizar la burocracia?
Es nuestro objetivo, tenemos que avanzar en el plan estratégico. En verano nos llegó una petición de un título propio de la Consejería de Salud y se inauguró el 1 de septiembre. Somos capaces, si la cosa va bien, de montar un programa nuevo en dos o tres meses. Eso es lo que hace que también seamos más útiles para resolver problemas concretos en un momento determinado.
Al inicio de la conversación nos comentaba que para el año próximo habrá tres nuevos títulos, ¿puede adelantarnos a qué materias estarán enfocados?
Al no estar acreditados y encontrarse en proceso de evaluación solemos ser cuidadosos. Ahora mismo hay evaluadores anónimos que están decidiendo si nuestra propuesta es acertada. Puedo decir que queremos trabajar más en el sector de la formación al profesorado de Formación Profesional (FP) y en el ámbito de la logística.
¿Qué reto tiene la UNIA por delante a corto, medio y largo plazo?
Crecer. La UNIA es la universidad más pequeña de Andalucía y una de las más pequeñas de España. Sin estar obsesionados con el número, creemos que debemos avanzar hacia un número de alumnos razonable. Ahora mismo tenemos en torno a 1.100 alumnos en másteres oficiales y propios, nos gustaría tener el doble. Tenemos casi 2.000 alumnos en cursos de verano y casi 1.000 alumnos más en formación permanente.
El segundo reto, consolidar programas y proyectos que hemos puesto en marcha. El proyecto del Centro Nuevo de Investigación de Apoyo a la investigación. Hemos puesto mucha ilusión, porque creo que es lo que puede hacer y debe hacer la UNIA: apoyar la difusión de la investigación que se hace en Andalucía. Ahí es donde vamos a hacer 'talleres' internacionales con personal científico de primer nivel y ahí es donde están los premios a tesis doctorales. Hay varias operaciones en marcha para difundir el conocimiento a la sociedad.
Por último, también queremos ser más rentables socialmente. Una universidad tiene que ser eficiente en la gestión de sus recursos, pero estoy hablando de ser rentables socialmente. Que a la sociedad le sea útil lo que hacemos, que los proyectos, los programas de máster o los de formación permanente manden al mercado de trabajo profesionales mejores y más formados. Esos son nuestros tres retos.
Necesitamos que nuestros empresarios entiendan que estamos en el siglo XXI
Como economista, ¿cree que el momento actual en el que se espera la llegada de los fondos europeos se traducirá en un incremento de profesionales que quieran especializarse o ampliar conocimientos?
En el mundo tenemos una sociedad cada vez más dual. Hay un grupo que, dependiendo de los países, está totalmente entendiendo cuál es el futuro, cuáles son sus necesidades, se está reciclando continuamente y que avanza en su carrera profesional de manera muy rápida. Desgraciadamente, también hay un grupo importante de la población activa que es mucho más reacia y más conservadora. Piensa: “Yo tengo mi trabajo, mi contrato fijo y aquí me voy a quedar”. Tenemos que darnos cuenta de que el mundo ha cambiado, que el contrato permanente no es un contrato fijo y que de hecho la legislación no habla de contrato fijo. Nadie en España tiene un contrato de por vida, casi ni los funcionarios, si me apuras, porque también los funcionarios si lo hacemos rematadamente mal podemos perder nuestro puesto de trabajo o al menos podemos bajar.
Por tanto, tenemos que pensar que el mundo está cambiando cada dos o tres años y, por tanto, necesitamos empresarios que entiendan que hay que reciclar a sus trabajadores. Esto no es una labor solo de los trabajadores que tienen que tener motivación, también lo es de los empresarios. Sólo uno de cada tres empresarios andaluces conoce que los fondos europeos están disponibles también para ellos. Me temo que eso es porque aquí tenemos mucha pyme y micropyme. Son empresas que van al día, pero que obviamente son necesarias. Necesitamos que nuestros empresarios entiendan que estamos en el siglo XXI.
Creo que el principal objetivo para Andalucía, más que crear muchas empresas, es que crezcan. Una vez que tienes cinco o diez trabajadores ya necesitas un gerente, un administrador o un contable y esa empresa al final es más eficiente. La principal política económica que necesitamos en Andalucía, aparte de luchar contra los contratos basura que aquí está haciendo muchísimo daño, es que las empresas crezcan.
Siendo rector y economista, me gustaría preguntarle por la financiación de las universidades.
Creo que las fuerzas políticas en general deberían hacer un esfuerzo en pensar qué universidades quieren. En las universidades hemos ayudado a resolver la crisis del virus y hemos puesto nuestros científicos y laboratorios a disposición. Se ha generado muchísimo conocimiento y muchísimo valor. Las universidades necesitan mejorar, no son las mejores del mundo. Necesitamos más financiación, pero también más incentivos a mejorar. No estoy exigiendo que nos manden una transferencia directa, incondicional, me refiero a que nos pongan deberes. Usted sí transforma esto y esto en vez de tener X tendrá el doble. La mejor manera de que una institución funcione es darle incentivos en la dirección que tú estimas que es correcta. Todas las fuerzas políticas deben entender que la universidad no es un tema partidista, de ella se benefician más de 250.000 alumnos andaluces. No estamos hablando aquí de alumnos de un lado político o de otro. Este es un bien para la sociedad y, por tanto, tenemos que pensar si esta fábrica de generación del saber no necesita algo más, aunque a la vez necesitemos unos incentivos para mejorar.
¿Cómo quieren animar a aquellos que todavía no hayan conectado con la fábrica de generación del saber? Usted dijo hace unos años que la UNIA era más conocida en Jaén y Huelva que en Málaga y Sevilla.
Es un hándicap. Estamos intentando montar más programas universitarios con las universidades de Málaga y Sevilla. En la primera, teníamos solo un programa de máster y ahora tenemos dos. Con la de Sevilla no teníamos nada, es la más grande de Andalucía. Tengo que agradecer al equipo rectoral de la US que ha confiado en este equipo de gobierno y ya tenemos el primer programa de máster oficial de Datos Ómicos. Si todo va bien tendremos dos más el año que viene.