El plan de choque que presentó este martes el Gobierno tendrá un impacto en la inflación de un punto porcentual, según las estimaciones de Funcas. Es un efecto limitado si se tiene en cuenta que el IPC ha alcanzado ya en marzo el 9,8%. Así, a pesar de estas medidas, el Ejecutivo tendrá que destinar 10.000 millones de euros más en 2023 a pagar la revalorización de las pensiones, de acuerdo con los cálculos de este think tank.
El alza de los precios tendrá un impacto económico en los próximos trimestres, aunque técnicamente no se llegará al temido escenario de la estanflación si las cosas no empeoran en el contexto internacional. Según las estimaciones de Funcas, la economía española solo crecerá un 1,1% de aquí a final de año, con algunos trimestres rozando el crecimiento negativo (pero sin llegar a ese escenario). En el conjunto del año, el PIB avanzará un 4,2%, con lo que seguirá dos puntos y medio por debajo de antes de la pandemia.
Mientras, la inflación seguirá siendo muy elevada y cerrará el año con un valor medio del 6,8%. Teniendo en cuenta que las pensiones se tendrán que revisar en noviembre, Funcas calcula que el próximo año será necesario destinar 10.000 millones de euros extra para pagar las pensiones. Es un cálculo próximo al elaborado por BBVA Research, que en un artículo publicado por Invertia este martes estimó el incremento del gasto anual en nóminas para los pensionistas en unos 10.500 millones de euros.
Todo ello en un escenario en el que el poder adquisitivo de los españoles se va a ver muy dañado. Funcas estima que la pérdida de capacidad de compra provocada por la escalada de la inflación alcanzará los 16.700 millones de euros este año. Un difícil ejercicio en el que prevé que el alza de los salarios sea de entre el 2 y 2,5%, es decir, muy inferior a la subida que están experimentando los precios.
Funcas ha subrayado la delicada situación de las finanzas públicas españolas al presentar estos datos. Por un lado, ha recordado que el plan de choque del Gobierno para contener en un punto la escalada de la inflación tendrá un impacto presupuestario importante. Por otro lado, ha advertido que el cambio de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) se va a producir en un momento en el que España seguirá arrastrando un desequilibrio presupuestario.
"El plan de choque va a tener impacto en la inflación en el orden del 1%. Es significativo, pero hay que compararlo con unos niveles de inflación cercanos al 7% para el conjunto del año. Además, estas medidas suponen un aumento del déficit público. No pueden ser de cualquier magnitud", ha explicado el director general de Funcas, Carlos Ocaña.
De hecho, el déficit estructural para el próximo año estimado por estos economistas es del 4,5% del PIB. La deuda pública seguirá en 2023 por encima del 112%.
La situación es delicada y por ello, el director de coyuntura de Funcas, Raymond Torres, ha reconocido que es muy posible que se retrase la vuelta de las reglas fiscales en la UE un año más, al tiempo que ha señalado que sería deseable que el BCE siguiera sosteniendo a España con sus compras de deuda pública aunque comience a subir los tipos de interés.