El sector del carrozado de vehículos ha lanzado SOS: las multinacionales tardan hasta un año en entregar los camiones. La "incertidumbre" y la "modificación constante de los plazos" ponen al sector en una situación "complicada" para cumplir sus contratos con los clientes.
"Los fabricantes no son claros con los carroceros", explican desde la asociación andaluza de empresas de fabricantes de carrocerías y remolques (Anfacar). El sector vive con "incertidumbre" desde antes de verano cuando comenzaron los problemas con la cadena logística. Pero ahora, con la guerra en Ucrania, "ha aumentado aún más".
Los carroceros dependen de que les llegue el chasis cabina del camión para trabajar. "Nunca sabes si te llegará en nueve o diez meses o en un año", lamenta Juan Luna, de Anfacar. El plazo habitual antes de que comenzaron los problemas de stock oscilaba entre los dos y los tres meses.
"Como no te concretan los plazos, al final puedes estar meses sin trabajar mientras tienes que mantener al personal y seguir con todos los gastos", añade Luna. La mayoría de estas empresas son pymes.
Los carroceros sí pueden encontrar con más facilidad y en menores plazos camiones eléctricos. La desventaja es que su precio es mucho mayor. "Para pequeñas flotas de reparto puede tener sentido, pero a otros niveles prácticamente no hay en el mercado", apuntan desde Anfacar.
También cae la demanda
La demanda de estos vehículos también ha caído considerablemente tras la pandemia de la Covid-19. En 2020 se vendieron un 20% menos de camiones que en el año anterior. La previsión es que, en este 2022, no se llegue a los 21.000 vehículos y que, para 2024, se alcancen unas ventas de unos 22.755, según datos de Faconauto.
La previsión de esta patronal de concesionarios oficiales de las marcas automovilísticas es que la recuperación de las cifras prepandemia, tanto de camiones como de turismos y todoterrenos, no se alcance hasta 2024.
Los problemas de suministro del stock provocan que las matriculaciones estén "en un nivel muy bajo" y que, además, no haya suficiente oferta para cubrir la poca demanda. Una demanda que, en los últimos meses, también se está desinflando, según han explicado a este medio desde Faconauto.
La inflación y la posible subida de los tipos de interés contribuyen a que la demanda quede retenida. En el caso de las matriculaciones de turismos y todoterrenos, la previsión es que se encadene el tercer año consecutivo de "matriculaciones muy bajas" y alejadas del 1,2 millones de matriculaciones de antes de la Covid.
Para este 2022 se esperan alcanzar unas 820.000 unidades de turismos y todoterrenos. La inversión media a la hora de comprar un vehículo de este tipo ronda los 33.000 euros.