La palabra "crisis" vuelve a estar en la calle. "Viene una gorda" dicen muchos ciudadanos anónimos ante un verano en el que el líder sindical, Pepe Álvarez, invita a los trabajadores a "disfrutar" de las vacaciones antes de un otoño difícil. Se habla mucho de "crisis", pero lo cierto es que, al menos por ahora, ningún organismo ni servicio de estudios tiene sobre el papel una recesión en España.
Sin embargo, en una legislatura marcada por el triunfalismo del Gobierno con los datos, el Ministerio de Economía ha dado un giro a su discurso para mostrarse más pesimista y más próximo a ese sentimiento que tienen muchos españoles. ¿Viene una crisis?
La economía española crece con menos fuelle del previsto y según ha podido confirmar este periódico, son varias las casas de análisis que preparan una rebaja de previsiones para las próximas semanas que golpeará el ánimo de los agentes económicos. Pese a ello, técnicamente, en esos tijeretazos al PIB no parece que se vaya a dibujar una dura recesión en España.
Algo que no significa que si Rusia corta el gas a buena parte de Europa este otoño, los países del norte entren en recesión y la economía española pueda registrar trimestres en tasas negativas.
Es el escenario geoestratégico que ya manejan algunos políticos, pero no es el que, por el momento, están incorporando los economistas a sus previsiones que sí recogen un conflicto con Rusia más largo de lo esperado.
Es importante recordar que para hablar de "recesión" es necesario que se registren dos trimestres seguidos con tasas de crecimiento negativas. Y puede producirse ese fenómeno en años que acaben con avances de PIB positivos.
"Se respira preocupación por la situación, pero cuando miramos los escenarios económicos con los que trabajamos no estamos reflejando una recesión económica", explica el director de Economía Española de CaixaBank Research, Oriol Aspachs.
Aspachs adelanta a este periódico que el servicio de estudios del banco ultima una rebaja de previsiones para la economía española. La principal novedad será el fuerte recorte que incorporará para 2023, hasta el 2,4%, desde el 3,8% que se esperaba hasta ahora.
Es un 'tijeretazo' al crecimiento de más de un punto porcentual, fruto de que los economistas creen ahora que la guerra en Ucrania y los problemas derivados de la política 'Covid cero' en China van a ser más persistentes.
La ronda de revisiones a la baja que se avecina será la segunda de este 2022, algo que genera incertidumbre en empresarios, consumidores e inversores y en última instancia, daña la economía.
El Banco de España esperaba que el PIB en 2023 creciera un 2,8%, pero advirtió que recortaría su previsión si el escenario empeoraba, como está ocurriendo. Visto el recorte de CaixaBank Research podría irse incluso por debajo de ese 2%.
"A principios de año, esperábamos un crecimiento de entre el 5 y 6% para 2022. Luego, nos movimos algo por encima del 4% para este año y la revisión para 2023 fue pequeña porque se anticipó que los shocks de la guerra de Ucrania y de los problemas que vienen de China serían temporales. Ahora, incorporamos que van a ser más persistentes. Pero como venimos de estimar un crecimiento elevado, aunque sea una revisión sustancial, siguen saliendo tasas de crecimiento positivas en el conjunto del año", resume el economista de CaixaBank.
Su diagnóstico está en línea con el que hace a este diario el director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Gregorio Izquierdo, que, de momento, no ha variado sus últimas previsiones económicas y espera un avance del PIB del 3,9% este año y del 2,8% el próximo.
Izquierdo, que fue presidente del INE, señala que la "inercia estadística" que se arrastra desde el año pasado ayuda a que este año se vislumbren tasas positivas de crecimiento, pese a que se está registrando un avance pírrico del PIB.
Según recuerda, el primer trimestre de 2022 fue muy débil (crecimiento del 0,2%). Se espera que el segundo y tercer trimestre sean muy buenos, pero el cuarto trimestre volverá a ser débil.
Mientras, la inflación seguirá siendo alta, pero su avance se moderará en la segunda parte del año gracias al llamado "efecto escalón" que deriva de que la subida de precios se intensificó en el segundo semestre de 2021, lo que también afecta a la comparativa año a año.
La 'triple I'
Con todo, concluye Izquierdo "el crecimiento de España en 2022 estará próximo al 4% gracias a la citada inercia estadística, a que se materializará algo de los fondos europeos -pese a su retraso- y a que el ahorro acumulado en pandemia perjudica a la inflación pero ayuda a financiar el consumo de los hogares en veranos como este".
Sin embargo, el director del IEE alude a la "triple i" para advertir de los riesgos que van a marcar este ciclo económico: inflación, intereses (por la subida de tipos) e incertidumbre".
Son elementos que preocupan al think tank de la CEOE porque las empresas todavía están lejos de recuperar el PIB previo a la pandemia. En cambio, asalariados y sector público sí han conseguido volver a esos niveles de riqueza previos a la Covid-19, según refleja la Contabilidad Nacional. En este sentido, los economistas reconocen que hay motivos para la preocupación.
"El Banco de España ha anticipado una mejora del PIB en el segundo trimestre de 2022. Ese avance será, seguramente, del 0,4% trimestral. Sin duda, es una buena noticia, pero que conviene analizar con cuidado", advierte el economista José Carlos Díez en un informe difundido esta semana.
Verano versus otoño
"Aunque están aumentando los contagios y las hospitalizaciones por Covid, parece que los españoles y el resto de europeos hemos perdido el miedo a la pandemia. Los vuelos y los hoteles, a pesar del fuerte repunte de precios, auguran un verano turístico similar al de 2019. El turismo es un sector muy intensivo en empleo y esa normalización explica buena parte del aumento de las afiliaciones a la Seguridad Social", afirma Díez.
Pero a continuación, añade: "En el otoño se acabará la temporada y vendrán los despidos, aunque sean fijos discontinuos, según la nueva reforma laboral, los trabajadores dejarán de ingresar renta hasta la próxima primavera. Y si la guerra no ha terminado y continúan los cortes de suministro de gas, habrá una recesión en Europa y afectará negativamente a nuestras exportaciones y a nuestra industria".
Un escenario complejo y que invita a disfrutar de las vacaciones, como dice Pepe Álvarez, pero con mucha prudencia por si las cosas se complican y hay que tirar del ahorro.
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