La inflación siguió desbocada en junio. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado que el Índice de Precios de Consumo (IPC) se anotó una subida del 10,2% por los alimentos, la vivienda y los transportes, un dato nunca visto desde 1985.
De este modo, los precios encadenan dos meses consecutivos de ascensos en su tasa interanual después de que en abril se moderara. Sin embargo, en mayo volvió a subir hasta el 8,7% y en junio ha superado los temidos dos dígitos: 10,2%.
Según el INE, la escalada del IPC interanual hasta el 10,2% en junio se debe, principalmente, a las subidas de los precios de los carburantes, de los combustibles para calefacción, de la electricidad, de la restauración y los hoteles, y de los alimentos.
Destaca que los alimentos y bebidas no alcohólicas, sitúan su tasa en el 12,9%, casi dos puntos superior a la del mes pasado, y la más alta en toda la historia de nuestro país desde que se recogen estos datos, en enero de 1994. Dentro de este grupo, resalta el incremento de los precios de las frutas, mayor que el del año anterior, de las legumbres y hortalizas, que descendieron en junio del año pasado, y de la carne, el pan y cereales y la leche, queso y huevos, mayores este mes que en 2021.
Además, el grupo de transporte sitúa su variación anual del 19,2%, más de cuatro puntos por encima de la registrada en mayo, se debe a la subida de los precios de los carburantes y lubricantes, mayor este mes que el año anterior.
Asimismo, la tasa interanual del grupo de vivienda se elevó 1,5 puntos en junio, hasta el 19%, por el mayor coste de la electricidad y de los combustibles para calefacción.
En cuanto a los productos que más subieron en junio respecto al año anterior destacan los combustibles líquidos (104,1%) seguido de otros aceites (87,5%) y los hoteles y alojamientos que se incrementa un 45%.
Prácticamente todos los productos energéticos subieron el pasado mes. Gasóleo (42,7%); Gasolina (34,4%); Butano (33,4%) y electricidad 33,4%.
Especialmente preocupante es el caso de las pastas, que se incrementan un 28,8% y el de la harina que sube un 28,1%.
Si se analiza la evolución de la inflación subyacente, que no incluye los precios de alimentos no elaborados ni productos energéticos, escala al 5,5%, su nivel más elevado desde agosto de 1993. Es decir, la subida de precios se va trasladando a toda la cadena de productos porque se han roto ya todos los diques de contención que había hasta ahora.
Por su parte, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 10%, lo que supone 1,5 puntos más que en mayo, mientras que el indicador adelantado del IPCA aumentó un 1,9% en tasa mensual.
Medidas del Gobierno
Estos datos demuestran que el escenario inflacionista y la crisis energética que sufre España son dos de los principales problemas del Gobierno. De hecho, la intervención de este martes de Pedro Sánchez en el Debate del Estado de la Nación se basó en anunciar nuevas medidas para luchar con dichos problemas.
Entre las nuevas medidas en el campo económico se encuentran el hachazo fiscal a las empresas energéticas y a la banca. También presentó una beca complementaria de 100 euros mensuales para todos los estudiantes mayores de 16 años que ya tengan beca.
Además, la gratuidad de los abonos de Renfe de cercanías, rodalíes y media distancia, del 1 de septiembre al 31 de diciembre. Así como el desbloqueo de la 'Operación Campamento' con el fin de construir 12.000 viviendas, de las que la mitad serán vivienda pública.
En esta línea, el presidente del Gobierno también anunció medidas para fomentar el autoconsumo en edificios públicos, con un plan de 200 millones de euros. Además, insistió en que el Gobierno cumplirá su compromiso de que el salario mínimo interprofesional (SMI) llegará al 60% del salario medio español en 2023.