La pesca, el turismo costero, la minería submarina, los puertos, la construcción naval o la biotecnología marina son algunas de las actividades de la llamada 'Economía Azul', que engloba a las industrias y sectores relacionados con los mares, océanos y costas.
"Es toda actividad sostenible que se deriva de los mares y océanos. Se han identificado doce subsectores de la economía azul", explica a EL ESPAÑOL-Invertia, Javier Noriega, presidente del Clúster Marítimo-Marino de Andalucía.
Con 945 kilómetros de costa, 13 puertos y casi el 30% de la actividad portuaria nacional, Andalucía acaba de crear una consejería de Economía Azul que estará capitaneada por Ramón Fernández-Pacheco. Sigue así la estela de países como Reino Unido, Holanda, Francia o Portugal, donde se han creado organismos en ministerios y secretarías de Estado.
Noriega valora esta creación: "Tenemos en el sur de España una gran oportunidad en este sentido. Se va a atender mejor al tejido de pymes y a todas las actividades vinculadas al medio marino. Creemos que puede haber entre 4.000 y 5.000 pequeñas y medianas empresas", asegura.
Existen algunos datos sobre su impacto en la economía de Andalucía. Uno de cada diez puestos de trabajo en la región están vinculados a este sector y aporta aproximadamente el 10,5% del PIB. Es decir, genera más de 300.000 puestos de trabajo y aporta aproximadamente 17.000 millones de euros a su economía, según un informe elaborado por la Confederación de Empresas de Andalucía (CEA) y la Junta.
La construcción y el equipamiento marítimo son otras de las actividades vinculadas a la economía azul. En el caso de Andalucía, cuenta con empresas como Navantia (que genera 1.686 empleos directos y 11.829 empleos indirectos) y Dragados Offshore (con astilleros medianos y pequeños).
Energías renovables como las procedentes de corrientes marinas o la eólica marina, la biotecnología para buscar principios activos en este medio o la minería submarina, son también algunas de las opciones de la llamada economía azul.
El turismo o la pesca también están englobadas en esta categoría. El primero se puede dividir en turismo de litoral, náutico o de cruceros. Entre los tres, suman 17,8 millones de turistas y representan casi el 60% del turismo total que recibe la comunidad andaluza.
El turismo de playa está presente en el 9% de Andalucía y registra una alta estacionalidad. Entre abril y septiembre se concentra el 70%. El segundo, crea unos 1.100 empleos vinculados a los 64 espacios náuticos recreativos y en él hay unas 350 empresas. En el último se registraban antes de la Covid-19 casi un millón de pasajeros.
"Nuevas tendencias para una pesca más sostenible, diques que se construyen con materiales que fijan la fauna y la flora o la arqueología submarina, son solo algunos ejemplos más concretos", añade el presidente del Clúster.
El sector le pone como 'deberes' al nuevo consejero tres tareas. La primera, la creación de un diagnóstico del tejido productivo y de un plan de acción con los principales objetivos.
Potenciar las infraestructuras y la creación de una ferrocarril que permita llevar las mercancías desde los puertos al interior es la segunda demanda. Por último, reclaman un marco legislativo que contemple las necesidades del sector empresarial y productivo.
Otros casos en España
El Gobierno andaluz no es el único que se ha puesto manos a la obra. Se trata de un término impulsado desde la Comisión Europea para crear una economía sostenible. Se estima que los sectores tradicionales de esta economía en Europa crean 4,5 millones de empleos directos.
Recientemente, en Barcelona se ha creado un programa para crear empresas en las actividades económicas sostenibles que estén vinculadas al ámbito acuático. Por su parte, Galicia cuenta con la secretaría general técnica de la Consellería del Mar y Canarias aprobó el año pasado la Estrategia Canaria de Economía Azul 2021-2030, entre otros.