Cada familia ha perdido ya 4.159 euros por la inflación respecto al poder adquisitivo que tenía antes de la Covid
BBVA Research espera que ese golpe se suavice de aquí a fin de año en 426 euros. La brecha del poder de compra frente a la UE ha crecido 1,3 puntos.
26 agosto, 2022 02:04Los hogares españoles han perdido una capacidad de compra de 4.159 euros desde 2019 -año previo a la pandemia- hasta junio de 2022. Ese mes, la inflación alcanzó el 10,2% en España, en julio subió al 10,8% y los expertos esperan que el dato avanzado que publicará el INE la próxima semana sobre la evolución de los precios siga en el doble dígito.
"Si comparamos la renta disponible acumulada durante 2019, frente a lo estimado para el segundo trimestre de 2022, las familias necesitarían 78.000 millones de euros más al año para comprar la misma cesta de consumo que podían comprar en diciembre de 2019", explica a este periódico el economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso.
Repartido ese dato entre los más de 18,7 millones de hogares en España, la media de ese empobrecimiento alcanza los 4.159 euros antes citados.
Una vez que se alcancen los picos que está marcando el IPC (Índice de Precios al Consumo) en estos meses, los economistas confían en que la inflación se desacelere y alivie algo el golpe sufrido en los bolsillos de los consumidores.
A esto se sumará que, según BBVA Research, "los salarios deberían comenzar a aumentar con mayor fuerza" de aquí a final de año. Ambas variables en conjunto mitigarán ese empobrecimiento.
Los cálculos del servicio de estudios del banco apuntan a que a cierre de 2022, la comparativa entre la renta disponible acumulada durante 2019 frente a la de este ejercicio arrojará una diferencia de 70.000 millones de euros.
Es decir, cada hogar habrá perdido 3.732 euros en poder adquisitivo a final de año, lo que supondría una mejora de 426 euros frente al dato con el que arrancó el verano.
Daño a los más vulnerables
En todo caso, son cifras muy elevadas que ponen de manifiesto los problemas económicos a los que se están enfrentando, en especial, las familias con menos recursos.
"El incremento en la electricidad afecta más a los hogares con menores ingresos, que destinan una mayor proporción de su renta al consumo de energía. Asimismo, hay una mayor proporción de hogares de altos ingresos en servicios que se pueden proveer a distancia, lo que habría limitado la caída de su renta", explica Cardoso.
Precisamente, los hogares con más recursos son los que salieron con más fortaleza del shock económico que provocaron los confinamientos para hacer frente a la Covid-19.
El ahorro acumulado en "exceso" durante la pandemia ronda los 80.000 millones de euros, de acuerdo con las cifras facilitadas a este periódico por el servicio de estudios del banco.
Con una primera lectura de los números agregados, se puede comprobar que esa cantidad es suficiente para compensar los 78.000 millones de euros que se han difuminado después por el alza de los precios. El problema es que esa hucha no está repartida de una manera equitativa.
"Hay que matizar que este ahorro está desigualmente distribuido: los hogares con más ingresos, que gastan una mayor proporción de su renta en servicios como alojamientos, transporte, restauración u ocio, son los que más han ahorrado", concluye Cardoso.
Impacto negativo en el PIB
La renta disponible de los hogares es la renta que pueden utilizar para el consumo después de hacer frente a sus obligaciones tributarias. Por tanto, actúa como motor de la demanda privada.
Si la pérdida de poder adquisitivo de las familias se traslada a un menor consumo, el crecimiento del PIB también se resiente.
De momento, el Gobierno ha rebajado ya su previsión de avance del PIB para 2023 hasta el 2,7%, frente al 3,5% que estimaba antes de julio. Se trata de una cifra más optimista que el 2,1% que maneja la Comisión Europea para el crecimiento de la economía española el próximo año.
Precisamente el consumo menor de lo esperado ha sido un factor fundamental que explica en una parte importante las revisiones a la baja del crecimiento que han tenido que hacer organismos oficiales, centros de estudio y el Gobierno desde que comenzó la recuperación económica tras la pandemia.
Sin embargo, de momento, el Ejecutivo ha optado por mantener en el 4,3% su previsión de crecimiento para este año.
Peor que en la media UE
Desde que comenzó la pandemia, la economía española está sufriendo más que la media de la zona euro. Tras sufrir la mayor caída de PIB, el rebote posterior no ha sido suficiente para salir del vagón de cola de la recuperación.
Este desacople también ha tenido su reflejo en las economías domésticas. Basta con repasar las cifras del mapa con el poder de compra de Europa que elabora el proveedor de datos y análisis de mercado cada año.
Sus datos muestran cómo la brecha que separa el poder de compra de los españoles de la media de Europa se ha agrandado y ha pasado de representar un 0,7% en 2019 a un 2% a cierre de diciembre de 2021.
Si se acota la mirada a la zona euro, la inflación en la media de los países cerró en julio en el 8,9%, frente al 10,8% de España. Desde abril de 2021, la escalada de precios en este país está siendo más dura para las familias que en la media del euro, de acuerdo con los datos de Eurostat.