Ucrania no se rinde: quiere seguir exportando sus aceites vegetales a la Unión Europea. La última idea es proponer la creación de un oleoducto de unos 600 kilómetros para transportar aceite de girasol hasta Polonia.
El oleoducto transportaría unos dos millones de toneladas de aceites vegetales anualmente y uniría la ciudad ucraniana de Yagodyn con la polaca Gdansk, según el Gobierno del país invadido.
La Unión Europea ve con buenos ojos esta medida. El viernes pasado, el comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, calificó como "muy interesante" el memorando firmado entre Polonia y Ucrania para transportar este preciado líquido.
"Y esta es una de las formas de apoyar las exportaciones ucranianas, que son muy importantes para la seguridad alimentaria mundial", agregó el comisario en las preguntas a los periodistas tras el consejo informal que tuvo lugar en Praga.
Ucrania va a cosechar en esta campaña diez millones de toneladas de girasol, siete menos que el año pasado. A ello hay que sumar los cuatro millones que siguen almacenados de la campaña anterior, según ha explicado a EL ESPAÑOL-Invertia Pedro Villa, encargado de oleaginosas en Northstar Brokerage.
El acuerdo entre Ucrania y Polonia
El memorando firmado recoge algunas características preliminares del proyecto. En concreto, el oleoducto transportaría aceite vegetal entre los 600 kilómetros que unen las dos ciudades mencionadas.
Según ha informado el Gobierno ucraniano, ya se ha realizado "una primera prueba" y se ha consultado a las empresas. "La parte polaca recibió positivamente esta propuesta", aseguró en una entrevista en 'Ukrinform' el ministro de Política Agraria y Alimentación, Mykola Solsky.
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La construcción llevaría "menos tiempo" que la aprobación de todos los documentos necesarios. Según Solsky, Ucrania necesita "crear potentes rutas logísticas de exportación alternativas" dado el alto volumen de semillas oleaginosas que procesa su país y que, fundamentalmente, es girasol aunque también colza o soja.
Los corredores seguros establecidos para exportar cereales y girasol están dando sus frutos. Solo en el mes de agosto, unos 4,5 millones de toneladas granos salieron de Ucrania. La mayoría -tres millones- lo hizo a través de rutas terrestres, mientras que el 1,5 restante salió por vía marítima.
La incertidumbre baja los precios
La salida marítima, a través del mar Negro, se acordó a finales de julio y cuenta con la colaboración de Naciones Unidas y Turquía, donde se revisa la carga de los buques.
La incertidumbre de cuánto tiempo durará esta salida segura ha desatado "una presión" por vender no solo girasol, si no también maíz y trigo. "Los precios están siendo algo más asequibles, el aceite de girasol ha bajado a las condiciones previas a la guerra", asegura Villa.
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En datos, el precio de costo y flete (CIF) de la tonelada de aceite de girasol está siendo de 1.350 dólares, frente a los 1.500 habituales de antes de que se desatara el conflicto bélico.
El primer barco salió el 1 de agosto con 26.000 toneladas a bordo y, en esa misma semana, los precios de los cereales se aliviaron hasta en un 4%. Al inicio de la guerra, Ucrania contaba con 20 millones de toneladas de cereales y oleaginosas -fundamentalmente girasol- de la campaña anterior repartidas entre silos, granjas y fincas.