España lidera la lista de los países miembros de la OCDE donde más creció la presión fiscal en 2020 por las contribuciones a la Seguridad Social.
Este informe recoge que nuestro país registró un incremento de hasta el 36,6% del PIB en 2020. Es decir, 1,9 puntos porcentuales más que el año anterior, y casi 5,5 puntos en relación a 2010.
Cabe recordar que en 2020 se declaró la pandemia de la Covid y gran parte de los comercios permanecieron cerraron. Sin embargo, el Estado siguió recaudando contribuciones a la Seguridad Social por los trabajadores en expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), pese a que estos no estaban generando actividad económica.
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"Entre 2019 y 2020, los impuestos sobre la renta se vieron más afectados que los impuestos indirectos o sobre la propiedad", ha explicado la organización.
En 2020, el mayor aumento de los ingresos en relación con el PIB se observó en el IRPF. La recaudación supuso 0,8 puntos más.
En la última década, "en la mayoría de países (34 de 43) la relación entre impuestos y PIB fue mayor en 2020 que en 2010". Así, el mayor aumento se observó en la República Eslovaca (6,7 puntos) y en Grecia (6,5 puntos). También se observaron aumentos de más de 5 puntos en Corea del Sur, España y Japón.
Además, la relación media entre impuestos y PIB fue mayor en 2020 (32,4%) que en 2010 (30,5%).
Ayudar a las rentas bajas
Por otra parte, este miércoles la organización ha pedido abandonar las políticas de subvención de los precios de la energía, que son insostenibles desde el punto de vista presupuestario e injustas desde el punto de vista social, para privilegiar las ayudas a los grupos de rentas más bajas.
En esta línea, ha pedido que cesen las políticas para contener los precios de la energía, que sobre todo están contribuyendo a subvencionar los combustibles fósiles, cuando precisamente la gran prioridad internacional es reducir su uso por razones climáticas.
Además, ha criticado las medidas de control de precios o los topes por debajo del precio de mercado, porque aunque son relativamente fáciles de aplicar, acaban beneficiando a los que más energía consumen, que suelen ser los que tienen más recursos.