El Banco de España prepara otra rebaja de previsiones económicas y una subida de sus expectativas de inflación para 2023 y 2024, según ha anunciado este lunes el gobernador, Pablo Hernández de Cos.
El pasado junio el organismo ya revisó a la baja sus estimaciones y entonces, anticipó un crecimiento del PIB del 4,1% en 2022 y del 2,8% en 2023 y del 2,6% en 2024. Mientras, para la inflación proyectó un 7,2 % en 2022, 2,6 % en 2023 y 1,8 % en 2024. Son datos que están siendo revisados ante la evolución de la guerra, la crisis energética y la subida de los precios, puesto que la inflación cerró en agosto en el 10,4%.
En este momento, la proyección del Banco de España para el próximo año es más optimista que la del Gobierno, que en los últimos meses ha recortado dos veces esa estimación. La primera hasta el 2,7% -dato con el que preparó el techo de gasto de los Presupuestos- y la segunda hasta el 2%, fue anunciada por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la pasada semana.
Son datos que todavía podrían ser optimistas, ya que este lunes, la OCDE recortó el crecimiento de España para el próximo año hasta el 1,5%, en un contexto marcado por la recesión que se espera en Alemania y el daño al crecimiento global que está causando la guerra.
En un discurso pronunciado en la Cátedra Fundación La Caixa Economía y Sociedad, el gobernador del Banco de España ha reconocido que todas "las proyecciones están rodeadas de gran incertidumbre y los riesgos están sesgados a la baja para la actividad y al alza para la inflación".
Precio de la energía
Según explicó, "casi la mitad del error cometido en los ocho primeros meses de este año" en sus previsiones se debe al crecimiento mayor de lo esperado de los precios de la energía.
"La evolución a corto plazo depende en gran medida de los precios de las materias primas energéticas. Las posibles interrupciones del suministro de energía y la severidad del invierno pueden dar lugar a mayores subidas de los precios de la energía y a recortes de la producción mayores a los previstos en el escenario central descrito", explico Hernández de Cos.
Esta situación está provocando una pérdida de poder adquisitivo en los europeos, lo que sumado a la alta dependencia de gas ruso de países como Alemania o Italia va a golpear la economía.
Pese a estos problemas de crecimiento, el BCE seguirá subiendo los tipos de interés para combatir la inflación, como ha reiterado su presidenta, Christine Lagarde, este lunes. Es un factor que el Banco de España también tendrá en cuenta, ya que se complica el acceso a la financiación y con ello, se verá afectada la inversión.