De Cos detecta riesgos de que la inflación se "agrave" y se enquiste en 2023 por la falta de un pacto de rentas
El gobernador y Luis de Guindos recuerdan que una política fiscal expansiva forzará a endurecer la política monetaria para frenar el avance de los precios.
18 octubre, 2022 03:13El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, advirtió este lunes en el Congreso de que se está incrementando el riesgo de que se produzcan efectos de segunda ronda sobre la inflación. Si esta amenaza se llegara a materializar, sería necesario endurecer aún más la política monetaria y los españoles perderían aún más poder adquisitivo por la espiral de subida de los precios.
La pasada primavera, ante el aumento de la inflación, el gobernador reclamó a empresas y trabajadores un pacto de rentas para evitar esos efectos de segunda ronda. También pidió incorporar al sector público en este acuerdo que consiste en repartir el empobrecimiento que de facto sufre la economía española por la inflación.
Sin embargo, han pasado los meses y no ha sido posible sacar adelante ese acuerdo. Además, el gesto del Gobierno manteniendo su promesa de indexar todas las pensiones con el IPC es un escollo a ese acuerdo.
Más aún cuando esa subida se ha acompañado de los incrementos salariales pactados con los sindicatos para los funcionarios. Con esta estrategia, se está dejando al sector privado en solitario asumir ese sacrificio de contención de salarios para combatir la inflación, según el gobernador.
En este contexto, Hernández de Cos aprovechó su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso para alertar de que cada vez hay más posibilidades de que se lleguen a producir "en el futuro efectos de segunda ronda sobre la inflación más intensos de los observados hasta la fecha".
El motivo de su preocupación es doble. Por un lado, la actitud del sector público de no repartir sacrificios en la "pérdida de bienestar que se va a producir, sí o sí".
Por otro, lo que ya está ocurriendo en el sector privado, donde hasta ahora los trabajadores han asumido una pérdida real de poder adquisitivo, pero se vislumbra ya la amenaza de que la inflación acabe impactando en los sueldos de manera generalizada si no se alcanza un "pacto de rentas explícito".
Subida del 2,6%
De momento, las subidas salariales de los convenios colectivos con vigencia para 2022 se han pactado en el 2,6%. Es una cifra muy prudente teniendo en cuenta que la inflación ha llegado a superar los dos dígitos antes de caer al 8,9% en septiembre.
Sin embargo, en esos convenios, el porcentaje de trabajadores cubiertos por las cláusulas de salvaguarda frente a la inflación ha repuntado hasta casi el 25%. Es un dato muy superior al 16,1% de 2021, según el Banco de España.
A esto se suma que la institución ha detectado que la capacidad de las empresas para evitar trasladar la subida del coste de la energía a los precios es cada vez menor debido a que los márgenes son cada vez más estrechos. Otro elemento que juega en contra de evitar la temida espiral inflacionaria.
"La intensidad con la que está teniendo lugar la transmisión de los mayores costes de producción a los precios finales en los últimos meses, unida a la mayor presencia de cláusulas de salvaguarda frente a la inflación en los convenios colectivos, habría elevado la probabilidad de que se desencadenen efectos de segunda vuelta o de realimentación entre precios y salarios significativos", explicó De Cos en el Congreso.
Así, el pacto de rentas implícito con el que la economía española estaba evitando esos efectos de segunda ronda tiene ya claros signos de "agotamiento".
Esto significa que es posible que "se produzca un agravamiento adicional del proceso inflacionario, con consecuencias adversas sobre la competitividad exterior y sobre la actividad y el empleo".
El BCE coincide
Este diagnóstico coincidió con la intervención del vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, en un foro del Consejo General de Economistas.
De Guindos también se refirió a la situación de los precios en la zona euro y subrayó que "la inflación está cada vez más extendida e imbricada en la cesta de la compra".
No obstante, tanto Fráncfort como en Madrid se insiste en que las expectativas de inflación están ancladas a futuro y que la escalada del IPC que hemos ido viendo en los últimos años se moderará en 2023.
Entre otros motivos, porque el efecto base -el dato del año anterior con el que se compara la tasa- va a ayudar.
Política monetaria
En este contexto, tanto De Cos como De Guindos coincidieron en lanzar un mensaje claro: si la política fiscal no acompaña a la política monetaria, el BCE tendrá que endurecer su estrategia de subida de tipos. Esto tendría consecuencias dolorosas para la economía.
"La política fiscal se tiene que adaptar. Ya no se puede mantener un impulso fiscal generalizado porque eso lo único que haría es aumentar las presiones inflacionistas, lo que obligaría a un endurecimiento aún mayor de la política monetaria", advirtió el gobernador en su repaso al proyecto de Presupuestos para 2023.
Por su parte, el vicepresidente del BCE también advirtió de esta realidad a su paso por Madrid. Además, puso el ejemplo del Reino Unido, donde la política fiscal no se iba a adaptar a la monetaria, para ilustrar el peligro que afronta la zona euro.
Ambos representantes de las instituciones monetarias advirtieron también del frenazo que padece la economía y de las múltiples incertidumbres que acompañan a las previsiones.
El BCE no descarta una recesión técnica, aunque poco profunda en Europa, mientras el Banco de España sigue aplazando la llegada de la recuperación económica completa a la economía española. Según sus últimas previsiones, esta no se producirá hasta el primer trimestre de 2024.